De oro. Sólo así pueden considerarse los tres puntos cosechados ayer por el Athletic. Los rojiblancos dieron ayer un paso de gigante a la tranquilidad y se colocan en la mitad de la tabla. No sólo eso, sino que los vizcainos se encuentran a menor distancia de Europa que de la zona de descenso. En la jornada de ayer, lo principal era conseguir la victoria y aunque los leones sufrieron por momentos, el triunfo se puede considerar más que justo debido a las múltiples ocasiones generadas por los de Caparrós. Ahora, con 39 puntos y la visita a Huelva en el horizonte, el futuro se ve de otra forma.

El encuentro arrancó muy frío. Ambos equipos tardaron unos minutos en aclimatarse a un partido que se disputó en unas condiciones bastante adversas. Así, durante los primeros 10 minutos tan sólo las acometidas de Javi Martínez pusieron un poco de temperatura a la contienda. Poco a poco, la intensidad del partido fue subiendo y llegaron las primeras ocasiones de un Athletic que mostró una buena imagen durante prácticamente toda la primera mitad.

En sus primeras embestidas serias contra el equipo azulón, los vizcainos se toparon con las intervenciones de un Pato que lo mismo era capaz de salir a 35 metros de su arco con la pelota y provocar que Orbaiz casi marque un gol desde el centro del campo, que de salvar tres ocasiones que se colaban ya en su portería. Es un guardameta especial, típico de su país, pero uno de los mejores de la Liga.

Sin embargo, no pudo detener una buena jugada del Athletic por la izquierda. Al borde de la media hora de juego, Asier del Horno -que volvió a sentar a Koikili- envió el balón al área para que Etxebe, con su gol 100, abriese la lata. Como en los últimos cuatro encuentros en San Mamés, los rojiblancos lograban adelantarse en el marcador.

Una ventaja que pudo ser ampliada si los vascos logran materializar una de las diferentes opciones de las que gozaron después de marcar. La mayoría de esas acciones llegaron precedidas por internadas por la banda derecha del ataque donde Susaeta fue todo un cuchillo.

Los azulones habían pretendido tener la pelota e incluso tuvieron una inmejorable ocasión por medio de Cortés, pero se vieron superados por la verticalidad del Athletic. Claro que, el hecho de no haber rematado el partido, despertaba el fantasma de otras tardes. Los últimos minutos no fueron un buen presagio, ya que De la Red estuvo a un paso de empatar.

Tras de la reanudación el Getafe trató de hacerse con la pelota pero fue Llorente quien tuvo la gran oportunidad. El delantero falló en dos ocasiones que podían haber finiquitado el choque. No fue así y el sufrimiento se alargó, más cuando Uche se plantó sólo ante un Aranzubia que resolvió bien la situación.

Enorme susto de Garmendia

Pero, si por algo estuvo marcado el final del choque, fue por el encontronazo entre el Pato y Garmendia. El basauritarra quedó conmocionado y ofreció unas imágenes estremecedoras. Al cierre de esta edición se conocía que el vizcaino había sido trasladado al hospital en ambulancia aunque parece que todo quedará en un susto. Bajo ese ambiente, llegó el tiro de Albín al palo y el pitido final que acabó con la racha de 12 partidos sin perder del Getafe y lleva al Athletic a sumar sus últimos nueve puntos y situarse a un paso de la tranquilidad. La piña de los rojiblancos así lo atestiguó.