El conductor que atropelló en agosto de 2004 al joven de 17 años Enaitz Iriondo en La Rioja circulaba a más de 140 kilómetros por hora, y no a 113 como aseguraba el primer atestado, realizado el mismo día del accidente por la Guardia Civil.

Así se desprende de las nuevas investigaciones realizadas por la Unidad de Reconstrucciones de Accidentes del instituto armado, dadas a conocer ayer por diferentes medios de comunicación. Esta unidad ha utilizado tecnología de última generación para reconstruir las circunstancias del atropello mortal, y concluye que en el momento del accidente la velocidad del Audi A-8 que conducía Tomás Delgado oscilaba entre los 140 y los 160 kilómetros por hora, cuando en la carretera comarcal por la que circulaba el máximo permitido es de 90.

Impacto social

El caso del atropello de Enaitz Iriondo adquirió especial relevancia pública a raíz de que Delgado reclamara a la familia del joven vasco fallecido, por vía judicial, el pago de 20.000 euros en concepto de indemnización por los daños sufridos en el Audi A-8 que conducía, a causa del accidente.

Fue precisamente esta reclamación lo que llevó el caso a los medios de comunicación y provocó un amplio rechazo social que, finalmente, empujó al conductor a retirar la demanda. Ahora, la fiscalía de La Rioja podría reabrir el caso.