Con la necesidad de velocidad y juego vertical que demostró ayer el Alavés, resulta muy extraño que un jugador como Igor, que precisamente destaca por ello, no tuviera sitio en la convocatoria para el partido de ayer. En principio, el joven canterano sí había entrado en la primera lista de 19 jugadores que dio Salmerón por los problemas de Aganzo.

Finalmente el delantero madrileño sí entró en la lista, no para jugar, sino para forzar la quinta tarjeta amarilla y cumplir ciclo en un partido en el que muy probablemente no podría haber jugado por sus problemas físicos. Como maniobra de despsite, hay que felicitar al cuerpo técnico albiazul por una jugada que nadie había intuido y que parece muy acertada sabiendo de la importancia de Aganzo en este equipo. Lo que no parece tan fácil de entender es cómo el Alavés terminó jugando sin delanteros y en la lista de convocados había hasta cinco laterales; tres diestros que jugaron de titulares y otros dos zurdos, que no disputaron ni un minuto. Si Igor no tuvo siquiera un hueco entre los convocados en un partido como el de ayer...