El quirófano es la única alternativa que le queda a Ludovic Delporte para intentar superar los innumerables problemas musculares que viene padeciendo desde la anterior temporada y que también se han venido prolongando a lo largo de la presente. Esa es la decisión que han adoptado de manera consensuada el jugador y los servicios médicos del club tras meditarlo mucho a lo largo de esta pasada semana.

El centrocampista francés será intervenido por el doctor Pedro Guillén -considerado como el bisturí más certero del deporte- a partir de las 09.00 de hoy en la clínica madrileña CEMTRO. La intervención quirúrgica consistirá en volver a abrir la unión miotendinosa del bíceps femoral de su pierna izquierda para eliminar posibles restos de fibrosis, lo que permitirá que la posterior cicatrización sea todavía más fuerte.

Del mismo modo, se aprovechará la operación para obtener más datos de las características de los músculos de Delporte, mediante la realización de una biopsia, que completarán los estudios que se le han venido realizando al futbolista a lo largo de estos pasados meses.

Patxi Zipriain, jefe de los servicios médicos de Osasuna, justificó la intervención por el hecho de tratarse de la segunda rotura muscular en el mismo sitio. El pinchazo que sufrió el jugador a los veinte minutos de juego en el encuentro que midió a Osasuna y Betis el pasado 23 de marzo fue en idéntico lugar que el padecido en setiembre del año pasado.

Terminó la temporada para él

«Al tratarse de una segunda rotura, decidimos que lo mejor era pasar por el quirófano -explicó el galeno-, ya que se trata de una operación en la que se abre la zona afectada, se comprueba la situación dañada y se realizan las actuaciones oportunas para que el restablecimiento y la cicatrización sean todavía más fuertes».

Lo que sí quiso dejar claro Zipriain es que la novena lesión de Delporte no es una recaída, «como puede ocurrir por una acelerada reaparición, sino que es una nueva rotura». Además de ello, precisó que cada dolencia «es muy particular, no se puede comparar con similares de otros jugadores porque cada persona tiene un organismo diferente».

Lo que sí está claro es que el futbolista se perderá lo que resta de temporada -algo que parecía lógico, ya que sólo quedan siete semanas de competición-, si bien el periodo de recuperación no se debe prolongar más allá del que se realiza en cualquier otra rotura. Es habitual que los futbolistas pasen por el quirófano -ahí están los casos de Leo Franco o Gorka Iraizoz- cuando se producen una nueva rotura en la misma zona muscular.