Natural de Añorga, donde se formó como pelotari a las órdenes de Mikel Unanue, Oier Mendizabal fue homenajeado ayer en Hernani, su lugar de residencia. A sus 24 años, tan sólo tres temporadas después de debutar como profesional, el guipuzcoano logró el domingo la txapela del Parejas en su primera gran final.

El zaguero de Asegarce, que fue agasajado en el Ayuntamiento hernaniarra junto a su compañero de batallas, Aimar Olaizola, se sentía en una nube el día después de la final disputada en el Ogeta de Gasteiz frente a Titín III y Laskurain. «Me ha cambiado mucho la vida y ahora estoy disfrutando del momento, un cambio que ha sido a mejor», señaló en Radio Euskadi. «Para mí es un sueño cumplido el haber estado aquí, por lo que la txapela ha sido la guinda. Es una motivación más para seguir trabajando», añadió.

Casualidades de la vida, de tener previsto jugar el Parejas de Segunda ha acabado disputando y ganando el torneo de Primera en sustitución del lesionado Oier Zearra. Un triunfo que deja en segundo plano los títulos que cosechó en el campo aficionado, así como los tres torneos del Antiguo que jalonan su palmarés o el Interpueblos logrado con Hernani. «El ambiente que hay en los Interpueblos también es muy bonito, pero jugar el mejor Campeonato de Parejas que existe es muy grande. El ambiente de la final fue impresionante, con una afición que lo dio todo y que estaba ilusionada por verme campeón», indicó.

Ni radio ni televisión

Durante la semana previa a la final, se habló largo y tendido de la posibilidad de que los zagueros no pudieran con la presión que suele amenazar al debutante en estas lides. El pelotari de Añorga demostró su carácter el domingo, despejando cualquier duda. «En los días previos, ni escuchaba la radio ni los informativos. Estuve ausente de los comentarios de los periodistas para no comerme la cabeza», reconoció. «Lo primero que me dijo Aimar fue que eran momentos buenos pero que también había que saber llevarlos», recordó el de Añorga.

Y es que con el delantero de Goizueta como compañero, que también consiguió anteayer su primera txapela del Parejas -la que le faltaba para completar el hard trick de los tres grandes torneos-, todo es más fácil.