Una «bajada de presión» afectará el domingo a 150.000 bilbainos
El Consistorio bilbaino acometerá el domingo durante 18 horas, de las 10.00 a las 4.00 del lunes, unas obras en la red de abastecimiento que afectarán a unos 150.000 vecinos. Si inicialmente se preveía un corte total del suministro de agua en las zonas altas de la villa, ahora los responsables municipales anuncian una «bajada de presión», sin descartar sorpresas.
Agustín GOIKOETXEA |
Los responsables del Ayuntamiento de Bilbo han tardado varios meses en decidir la fecha para efectuar los trabajos de empalme de tres conducciones en el barrio de Rekalde, que afectarán al abastecimiento de agua en seis de los ocho distritos, excepto Txurdinaga-Otxarkoaga y Begoña-Santutxu. Finalmente será de las 10.00 del domingo a las 4.00 del lunes cuando se podrá detectar una bajada de presión de distinta intensidad según la ubicación del inmueble.
El concejal de Obras y Servicios, el jeltzale José Luis Sabas, tuvo ayer que matizar que las zonas y los edificios más altos de la villa pueden sufrir «imprevistos de cortes de agua». Recomendó, por ejemplo, almacenar «de una forma razonable» agua para el consumo y la higiene personal. En caso de no disponer de suministro, animaron a los afectados a comunicarlo al servicio de averías.
La elección del domingo como fecha de corte es debido a que, al ser una jornada festiva, la bajada de presión contemplada ocasiona menos afecciones a los 150.000 vecinos a quienes puede repercutir. Las autoridades aseguraron que no tendrán que cortar el suministro gracias a los trabajos que en los últimos meses han realizado en la red de aguas en la zona de Rekalde, que posibilita la conexión con los recursos del Consorcio de Aguas.
Una verdad a medias. Desde que el 21 de noviembre la rotura de una tubería en la confluencia de la calle Gordoniz con Biarritz, en Rekalde, dejó sin agua a unos 200.000 bilbainos durante dos horas y media se venía anunciando «un gran corte». Las fechas navideñas y la cercanía de la cita electoral llevaron al equipo de Iñaki Azkuna a posponer la ejecución de los trabajos para evitar sorpresas desagradables.
No fueron los únicos motivos para retrasar la puesta en marcha de la nueva red de tuberías que parten del depósito de Elexabarri y que deben conectarse en las calles Altube y Gordoniz, amén de la plaza de Rekalde. Los problemas se han sucedido y han mantenido en jaque a los responsables de Obras y Servicios, que los han ocultado.
En estos días se ha hormigonado una parte de las conducciones en una pronunciada curva de la calle Altube. En este tramo discurren dos tuberías gemelas de 900 milímetros de diámetro que debieron ser desmontadas de su asentamiento original al ceder. Se produjo una fuga que ha tardado semanas en ser descubierta por la Subárea de Saneamiento y Aguas.
Para detectar la avería, se tuvieron que efectuar pruebas de presión que no dieron resultados correctos ya que los manómetros instalados en diferentes puntos de las tuberías se caían, cuando deberían mantenerse durante varios días inmóviles.
Una vez descubierta la fuga, el Ayuntamiento decidió construir un canal de hormigón cimentado sólidamente en su base, dentro del cual discurrirán las dos tuberías. El origen del movimiento de tierras que ocasionó el desplazamiento de las conducciones y la consiguiente fuga pudo ser el tránsito de maquinaria pesada que se utilizó para acondicionar la zona de la antigua cantera de Rekalde.
Para ello se emplearon motobombas de hormigón de dimensiones considerables, así como las propias hormigoneras que las alimentaban y que estuvieron emplazadas en la misma curva que posteriormente ha dado tantos problemas.
Aunque hasta ayer mismo los responsables de Obras y Servicios declararon que habían ampliado los plazos para afectar a la menor cantidad posible de gente, lo cierto es que mientras no quede definitivamente zanjado este problema en la curva de Altube no se puede conectar todo el complejo instalado desde hace ya varias semanas.
Las pruebas que deberán realizar los técnicos municipales, una vez acabada la reparación, no pueden admitir ningún fallo por pequeño que éste sea, ya que ello podría originar una situación muy complicada. Extremo que los responsables del Ayuntamiento, por prudencia, no descataron ayer.
Los trabajos que se están acometiendo desde hace 14 años tienen como objetivo primordial mejorar las salidas del depósito de Elexabarri -donde llega el agua procedente del pan- tano burgalés de Ordunte, que abastece al 67% de la población de Bilbo-, como paso previo a las tareas de acondicionamiento en el interior del aljibe, un tunel de 500 metros de longitud entre Masustegi y Betolaza, bajo el monte Caramelo. El Ayuntamiento ha invertido algo más de 600.000 euros en los trabajos en el depósito.
Los efectos de las obras en la red de abastecimiento se dejarán sentir en Deustua, Castaños, Casco Viejo, Zabala, Indautxu, Abanto, Ametzola, Rekalde, Irala, Olabeaga y Basurto.
Tras la denuncia de GARA por la falta de medidas de seguridad en el Canal de Ordunte, el Consistorio bilbaino procedió al balizado de los límites de la conducción que abastece de agua al 67% de la población de la capital.
La rotura de la tubería principal que abastece de agua a Zornotza dejó ayer sin suministro a sus más de 17.000 vecinos durante cerca de diez horas. Esta avería no repercutió negativamente en la actividad de las industrias ubicadas en el polígono de Boroa, al disponer de un depósito propio en sus instalaciones.
Pasadas las 15.45, el Consistorio zornotzarra informó de que había logrado restablecer el abastecimiento, que tardó en recuperarse un tiempo en la totalidad de la localidad vizcaina. El alcalde, el jeltzale David Latxaga, había advertido antes que la recuperación del suministro sería progresiva en los diferentes barrios. «No se les puede dar a todos de golpe el agua, porque el sistema hace crack», explicó.
Los más de 17.000 vecinos se vieron afectados a partir de las 5.30 por el corte, que perjudicó a su actividad cotidiana y a muchas industrias y comercios. Fueron muchas las personas que lamentaron la falta de información, que originó que las existencias de agua embotellada se agotaran en los diferentes establecimientos.
El Ayuntamiento destacó que, tras detectar la fuga, se actuó «con la mayor rapidez posible». A las 5.30, una vez detectada la anomalía en la red, la Policía Municipal de Zornotza procedió a cortar el abastecimiento para que los servicios de reparación pudiesen intervenir. A las 11.00, los operarios habían detectado la fuga y habían retirado la tubería rota, aunque se tardó unas horas en reemplazar la conducción y ponerla en servicio.
Latxaga indicó que la antigüedad de la tubería -más de 30 años- pudo ser la causa principal del reventón, ayudado por las lluvias caídas estas semanas. GARA