Cheri Cherin y Jean Paul Nsimba son dos artistas de reconocido prestigio en su país, la República Democrática del Congo, donde su labor como cronistas críticos de la sociedad en la que viven les ha causado más de un problema con el Gobierno.

Ellos son los primeros beneficiarios de una iniciativa puesta en marcha por la Fundación BBK, con el objetivo de becar a artistas extranjeros para que trabajen temporalmente en Bilbo, «lejos de la presión política que padecen en sus países de origen». Durante un período de tres meses, Bilbao Arte pondrá a disposición de estos creadores toda la infraestructura, espacios y materiales que necesiten para realizar su trabajo. Cuando terminen sus cuadros, los artistas podrán exponerlos en el Aula de Cultura BBK, espacio en el que ayer se presentó esta iniciativa.

Cheri Cherin es cada vez más conocido en Europa. Formó parte de la exposición «100% África», que pudo verse en el Museo Guggenheim y también participó en el Festival Contra la Censura de Gernika, donde salió la idea de este proyecto. Su obra se caracteriza por un alto contenido social y político, como representante del movimiento Cultura Popular. «Somos la memoria colectiva de nuestro país, los reporteros de la vida, nuestra mirada es crítica y de denuncia, aunque también aportamos soluciones. Pero cuando los artistas no nos limitamos a hacer propaganda, al Estado no le gusta, nos convertimos en testigos molestos y nuestra vida corre peligro», relató ayer Cheri Cherin, quien tuvo que huir temporalmente de su país cuando se atrevió a pintar al dictador Mobutu como a un demonio.

Pintura problemática

Cherin contó también que, antes de sacar los cuadros del país para exponer en el Guggenheim, tuvo que pasar el visto bueno del Gobierno, que no permitió la exhibición de algunas obras. «Para mí, los políticos están movidos por la mala fe, y así los pinto, esperando algún tipo de reacción. Eso me causa problemas y por eso a veces pinto de noche».

En cuanto a Jean Paul Nsimba, nacido en 1980 y apodado «El silencio del Gran Jefe», forma parte de la nueva generación de artistas congoleños y está considerado como un autor de gran proyección.