Familiares de Ingrid Betancourt, retenida por las FARC dudaron ayer del éxito de la misión humanitaria puesta en marcha por el Gobierno francés. La hermana de la Betancourt, Astrid, estimó que la misión tiene «ínfimas opciones» de acabar con éxito porque no se ha realizado en concertación con las FARC y porque es ajena a la principal reivindicación de la guerrilla: la apertura de negociaciones en una zona desmilitarizada para un canje de rehenes por guerrilleros presos.

Además, volvió a defender la mediación del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, aunque sea un camino más lento, y cuestionó que su hermana esté «al borde de la muerte», al considerar que el Gobierno de Uribe está manipulando esas informaciones.

Chávez, por su parte, manifestó al presidente francés, Nicolas Sarkozy, su disposición a apoyar la misión humanitaria, aunque calificó la situación de «extremadamente complicada» al asegurar que perdió todo contacto con la guerrilla.

Coincidiendo con estos pronunciamientos, ayer se difundió un comunicado del canciller de las FARC, Rodrigo Gran- da, en el que considera inadmisible la solicitud de liberación unilateral de Betancourt y afirma que «sólo como consecuencia de un canje de prisioneros saldrán libres quienes están cautivos en nuestros campamentos». El comunicado, al parecer, responde al plan presentado por Uribe hace unas semanas y no, como algunos quisieron vender, a la misión humanitaria francesa. París indicó que todavía espera la respuesta de las FARC.

Por su parte, Álvaro Uribe, anunció que revisará la situación de Granda, quien fue excarcelado para facilitar un acuerdo humanitario.