Los contusionados de Eibar denuncian «la desmesurada violencia» de la Ertzaintza
Una semana después de que la Ertzaintza cargara contra los vecinos que respaldaban al preso Ibon Muñoa, la docena de contusionados denunció la «desmesurada violencia» utilizada por los agentes.
GARA |
La docena de eibartarras que resultaron contusionados a raíz de la carga que efectuó la Ertzaintza el pasado jueves contra los vecinos que respaldaban al preso político Ibon Muñoa comparecieron ayer ante los medios para ofrecer detalles de lo ocurrido y denunciar la actitud de la Policía autonómica.
Explicaron que Muñoa, que se encuentra encarcelado en Puerto-I, a más de 1.000 kilómteros de su hogar, fue conducido el pasado jueves a su domicilio familiar para que visitara a sus allegados. En la rueda de prensa recordaron que sus progenitores se encuentran gravemente enfermos, por lo que les es imposible recorrer el trayecto que los separa de su hijo. Aseguraron que a Muñoa se le ha denegado continuamente el derecho a visitar a sus padres y, como botón de muestra, recordaron que lleva más de cuatro sin poder verles.
Con objeto de respaldar y mostrar su solidaridad al prisionero en estos delicados momentos, más de 180 eibartarras llevaron a cabo el jueves una en- cartelada ante la vivienda de sus padres. No obstante, tal y como explicaron en el transcurso de la rueda de prensa, una vez concluida la concentración, que fue «totalmente pacífica», en torno a las siete de la tarde se produjo la actuación policial.
Detallaron que en el momento en que Muñoa era sacado de la vivienda, los concentrados «sufrimos el ataque de un descontrolado». Lo que, tal y como denunciaron, produjo «momentos de gran tensión y una brutal carga de la Ertzaintza contra la ciudadanía de Eibar».
La carga policial, según señalaron en la comparecencia, acarreó empujones, golpes e insultos, además de dos personas identificadas. A una de éstas le notificaron que será acusada de «agresión a la autoridad».
Los contusionados que comparecieron ante los medios denunciaron que la Policía autonómica actuó con «desmesura- da violencia» y se mostraron preocupados ante ello. En este sentido, aseguraron que en los últimos meses son continuos los controles policiales en los alrededores de Eibar.
Lucha y solidaridad
Criticaron también que en los últimos meses la actitud del Estado español, así como la de las formaciones que lo sustentan, se ha vuelto «más agresiva y represiva». Trayendo a colación el anuncio hecho por Alfredo Pérez Rubalcaba de que «se avecinan tiempos duros», asegura-ron que esos tiempos de los que habló el ministro de Interior español lo serán para aquellas personas que «hagan frente a esta situación».
Advirtieron, sin embargo, que no se amedrentarán ante este tipo de anuncios ni actuaciones y reiteraron su compromiso por seguir luchando hasta que Ibon Muñoa y el resto de prisioneros políticos vascos regresen a Euskal Herria. Para ello, recordaron que la «única formula» pasa por la lucha y la solidaridad, al tiempo que exigieron «la libertad» para este pueblo.
La docena de contusionados relataron que cuando Ibon Muñoa fue sacado del domicilio familiar la Ertzaintza empujó, golpeó e insultó a los eibartarras que pretendían respaldar al prisionero.
Explicaron que los progenitores del preso eibartarra padecen graves enfermedades, por lo que no pueden viajar hasta la prisión en la que se encuentra su hijo. Apuntaron que llevaban más de cuatro años sin verlo.