Las multinacionales desplegadas en la UE triplican su rentabilidad por los bajos salarios
Las multinacionales desplegadas en la Unión Europea están triplicando su rentabilidad económica en base, sobre todo, a los bajos salarios y pérdida de derechos sociolaborales de los trabajadores.
Juanjo BASTERRA
Las multinacionales que se asientan en la Unión Europea están logrando enormes fortunas económicas a costa de los bajos salarios y la escasa calidad del empleo que ofrecen. Su rentabilidad aumenta, como se constata en un informe que ha puesto en circulación la Oficina Estadística de la UE, Eurostat, sobre el control de las empresas extranjeras en la actividad no financiera. En la UE también existe una elevada deslocalización interna de empresas que marchan del Oeste al Este para lograr mayores beneficios económicos, dado que existe una mano de obra más barata, lo que está avivando un grave problema de «dumping social» en el ámbito europeo y que la Comisión Europea no está corrigiendo, básicamente porque está cediendo al poder de las multinacionales en el libre mercado. Para las transnacionales, el espacio no está limitado. Van de un lugar a otro en Europa del Este, América Latina, China, India y sureste Asiático.
Esa movilidad del capital allá donde la rentabilidad económica es más alta es parte de esa religión capitalista del neoliberalismo, que atenaza no sólo la actividad económica mundial, sino también se muestra poderoso en el escenario político interna- cional, lo que empequeñece el poder de los trabajadores y de muchos gobiernos atados de pies y manos ante el poder de las multinacionales. El historiador Bernart Muniesa, en un ensayo titulado «Libertad. Liberalismo. Democracia», que ha publicado recientemente «El Viejo Topo», hace un repaso histórico del liberalismo y reconoce que «desde hace años el poder político, cuyo origen es democrático (?), va cediendo terreno al poder económico, cuyo origen no es democrático, y cede terreno en forma de subordinación y desplegando leyes que progresiva- mente lesionan los tejidos sociales de las sociedades».
Eurostat constata en este momento, según un estudio sobre 17 países que han ofrecido datos, que las empresas bajo control extranjero en la UE controlaron el 18,2% de la producción económica en 2005 y el 13% del empleo que se generó en Austria, Bulgaria, República Checa, Estonia, Italia, Letonia, Países Bajos, Eslovenia, Estado español, Estado francés, Chipre, Lituania, Hungría, Portugal, Rumanía, Eslovaquia y Suecia. En el sector manufacturero, no obstante, el control exterior alcanza el 28%, y el 21,2% del empleo. La distribución de las empresas muestra que las multinacionales multiplican por 3,2 veces la rentabilidad frente al resto de empresas. Una cuarta parte de la actividad económica que se genera en la UE está en manos de empresas multinacionales estadounidenses, según explica en informe de Eurostat.
El estudio establece que la facturación económica global es similar al anterior, elaborado dos años antes. Sin embargo, se ha producido un vuelco importante en las cifras y ganancias de esas empresas. De hecho, Eurostat constata que más del 60% del valor añadido generado por las empresas bajo control extranjero reside en multinacionales europeas. También advierte del hecho de que «esas empresas presentan un nivel claramente superior de productividad de la mano de obra». Como dato revelador, el trabajo de la Oficina Estadística de la UE desvela que las empresas bajo control extranjero produjeron más de un 30% del valor añadido en la economía comercial no financiera en Eslovaquia, Estonia, Hungría, República Checa y Bulgaria y más del 20% del empleo de esos países. De esa casi quinta parte que controlan las empresas multinacionales, Estados Unidos cuenta con el 22% del negocio, seguido de las alemanas, de Gran Bretaña y Holanda y Estado francés.
Reducción de los costes laborales
Las multinacionales generaron por término medio 51.800 euros de valor añadido por persona ocupada en la economía comercial no financiera en 2005, es decir, 16.800 euros más que las empresas nativas. Sin embargo, dos años antes el valor medio por trabajador fue de 45.500 euros, con una diferencia de 27.500 euros sobre los ocupados de las otras empresas. Es decir, las multinacionales incrementaron en un 14% las ganancias por trabajador en tan sólo dos años, pero redujeron los costes laborales en un casi 40%, lo que quiere decir que los trabajadores están perdiendo capacidad adquisitiva a pasos agigantados, mientras que las empresas logran importantes beneficios
De hecho, la Confederación Sindical Internacional (CSI) precisa que el crecimiento económico mundial de los últimos años no ha teñido los centros de trabajo de empleos «mejores y bien pagados». A nivel mundial, recuerda que 487 millones de trabajadores, el 16,4%, «están atrapados en la pobreza extrema». De esa cifra, 30 millones de trabajadores pobres pertenecen a la Unión Europea, paradigma del Estado de Bienestar y de avance de un modelo social más justo. Los factores que provocan esta situación se concentran, a juicio de la CES europea, «en el aumento de los contratos de trabajo precarios, de baja calidad y que no permiten garantizar futuro alguno de los jóvenes».
2.300 compañías en América Latina
Esta semana pasada se ha conocido una noticia un tanto excepcional, dado que el Gobierno foral de Nafarroa ha impedido a la multinacional Dura Automotive la rescisión de los contratos de trabajo de la plantilla, compuesta por 152 trabajadores, porque no había argumentado razones de peso para llevar adelante el expediente de rescisión de contratos. Durante los últimos años, ha habido varios casos de multinacionales que se han marchado de Euskal Herria y otras que mantienen la amenaza constante hacia los trabajadores para que se moderen los salarios y las relaciones laborales para evitar su marcha. Pero también en Euskal Herria hay multinacionales de origen vasco como BBVA, Iberdrola, Mondragón, Gamesa, entre otras.
Según un informe de la consultora DBK, 414 empresas españolas tienen participación en 2.300 compañías de América Latina. Casi un tercio de las mismas obtienen una facturación de entre 20 y 100 millones de euros; otro 25% logra ingresos de entre 101 millones y 500 millones, mientras que 21 compañías o grupos facturaron, que representan el 6,5%, alcanzaron una cifra superior a los 5.000 millones.
El grupo corporativo Wtachdog en Estados Unidos ha iniciado una campaña para «nombrar y avergonzar a las compañías que contravienen las leyes económicas, ambientales y laborales». Según los datos que aporta, los nominados para el «salón corporativo de la vergüenza» se encuentran Archer Daniels Midland (ADM), Toyota, Countrywide, Mattel, Nestlé, Blackwater, Wal-Mart, entre otras. El año pasado fueron nominadas Exxon Mobil, Haliburton y Wal-Mart. En Estados Unidos las transnacionales destruyeron 2,5 millones de empleos entre 2000 y 2005, según el «BusinessWeek» y se deslocalizaron a zonas de bajo coste salarial para ampliar sus beneficios.
GARA