Raimundo Fitero
Contrarréplica
Carlos Latre ha vuelto a la parrilla estatal y lo hace para demostrar definitivamente que es un buen segundón, pero que como protagonista no sabe calibrar sus posibilidades. Vuelve a Tele 5, la cadena que de la mano de Xavier Sardá lo aupó a lo más alto. Después ha tenido diversas oportunidades, con varios formatos, en diferentes cadenas y horarios, y ha dejado claro que es un artista imitador para diez minutos, no para dos horas. De complemento en algún espacio da mucho juego. Si todo gira sobre sus capacidades de imitación, aburre, cansa, se agota.
Ha vuelto en horario de primera en la noche de los viernes con «Réplica» un programa en el que se acompaña por otros actores y actrices que también hacen imitaciones, o que son «réplicas» de gente famosa. La estructura es muy conocida, en la televisión catalana hay varios programas con esta fórmula, pero no creemos que este trasplante sirva para nada más que para comprobar que hay estilos de humor que sin ser localistas, sí se encardinan con la idiosincrasia de una parte de la población de algún territorio histórico o recién conquistado. «Vaya semanita» es un ejemplo rotundo. Cuando los originarios creadores del programa fueron a emisión estatal, con muchos más medios, se dieron el gran castañazo y han desaparecido del mapa. Los de ahora siguen haciendo humor para txokos. Y aquí me paro.
Carlos Latre ocupa demasiado espacio. En la entrega del pasado viernes lo hizo imitando a Joselito, con el que compartía estudio, bromas, gamberradas, historias. Y esa parte se salvaba por la personalidad del propio cantante superviviente. Otra sección es una parodia de Ana Rosa y su programa matinal, y la verdad sea dicha, la actriz que imita a la diva mediática era bastante más convincente y comunicativa que la imitación del propio Latre haciendo de Maxi Huertas. Convocan a los telespectadores a que manden «réplicas» es decir vídeos en donde imitan a famosos y conocidos, y esa parte es cutre de toda cutrez. Por lo tanto, en una primera instancia, debemos opinar y opinamos que estamos ante otro programa fallido. Esta es nuestra contrarréplica ante un abuso de personalismos y de humor de baja estofa.