La sombra de la crisis en el sector estuvo presente en la tercera edición de construlan
La tercera edición de Construlan se clausuró con una presencia de casi 16.000 visitantes del Arco Atlántico, en un evento en el que se hizo patente la sombra de la crisis. Las empresas del sector no se hacen a la idea de que después de recoger enormes beneficios, les toquen dos o tres años de sequía.
Juanjo BASTERRA
La mayoría de los expositores consultados por este diario sobre la evolución de la muestra indicó que ha estado «floja» en cuanto a negocio, aunque varios reconocieron con soltura que han cerrado buenas operaciones económicas. En el balance final, el BEC aseguró ayer que en la tercera edición del Salón de Construcción, Equipamiento e Instalaciones, Construlan, participaron 15.901 visitantes, lo que se considera «satisfactorio» y supone que se consolida, a juicio de los organizadores del evento, como «plataforma de tendencias innovadoras y de sostenibilidad del sector, a pesar de la desaceleración en la que está inmerso el sector». Todavía, sin embargo, está lejos de convertirse en un referente del Arco Atlántico, como es su objetivo, aunque los visitantes han llegado desde Burdeos, Oporto, Catalunya, La Rioja, Castilla-León, Castilla-La Mancha y, entre otros, de Alemania. El IV Premio de Construcción e Innovación se destinó a Coverclim «captador solar fototérmico» y accésit a las empresas Zurtek y a Criplast.
En esta exposición han quedado varias cosas claras. El sector que acompaña a la Construcción está utilizando el ingenio para posibilitar que las construcciones y los diferentes elementos auxiliares mantengan la innovación necesaria para revalorizar la vivienda o el equipamiento. Sistemas de aislamientos, de impermeabilización, cerramientos, elementos de prefabricación, pavimentos y revestimientos en vidrio o en madera han sido soluciones que se han combinado con paneles solares para un acabado «con más valor añadido». A juicio de algunos expositores, aunque la ralentización «ha podido llegar» al sector, todavía «no ha golpeado a su raíz, por lo que podremos sobrevivir». No obstante, señalaron que «todos estamos generando alternativas para mantener las ventas, pero está claro que ya no es como antes». Este sector ha tenido un crecimiento desmesurado en los últimos cinco años y, al contrario de lo que indican los empresarios, ha crecido de una manera artificial con el fin de valorizar el ladrillo hasta límites insospechados. Esa situación ha provocado que algunos responsables de las grandes constructoras hayan dado el salto en las fortunas económicas mundiales.
En Construlan, sin embargo, la sombra de la crisis ha estado presente desde el primer día. Primero, porque el sector de la Construcción lleva perdiendo empleos desde hace muchos años. Se calcula que se han destruido 6.000 empleos fijos, según expuso el presidente de los constructores vizcainos de la asociación Ascobi. Se trata de uno de los sectores en los que más precariedad laboral existe y donde la subcontratación es exagerada. En segundo lugar, esa sombra alargada de la ralentización ocupó una parte importante de los 10.000 metros cuadrados de exposición porque los precios de las viviendas son desorbitados, casi imposibles de lograr para la mitad de los trabajadores vascos. Sin embargo, el diputado foral de Obras Públicas de Bizkaia, Iñaki Hidalgo, apostó en la inauguración por ser «refugio y ayuda» para los empresarios del sector de la Construcción y los subsectores auxiliares.
Acelerar la obra civil
De hecho, reconoció que la Diputación de Bizkaia va a acelerar los procesos de obra civil que tiene en cartera para que puedan equilibrar la pérdida de ingresos por la ralentización económica que sufre el sector. Son 2.810 los millones que están previstos invertir en diferentes infraestructuras de obra civil y anunció el impulso del programa de las 3.000 viviendas tasadas, más caras que las de protección oficial.
La pregunta, sin embargo, que se hicieron varios de los expositores consultados por GARA ante ese ofrecimiento fue «si ese refugio va a ser, como siempre, para las grandes constructoras, porque a los demás nos tienen de lado y, desde luego, también nos afecta la crisis, si llega de verdad».
Otro punto que el presidente de los constructores de Bizkaia (Ascobi), Manu Galíndez, explicó fue que en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa la crisis en el sector de la cons- trucción de vivienda lleva, «al menos» seis años. «Se construyen pocas viviendas», por lo tanto, la ralentización económica «no es novedad», dijo. Reclamó un cambio de política del Ejecutivo de Lakua para que se construyan viviendas en las que el módulo de construcción sea más barato para los empresarios, aunque para el público se encarezcan más.