Maite SOROA
Los temores de "Diario de Navarra"
Hay quien cree descubrir todos los días algo nuevo. Por ejemplo, el sifón. Anteayer los de «El Mundo» daban su particular visión de las conversaciones de Loiola y ayer mismo el editorialista de «Diario de Navarra» saltaba como movido por un resorte para poner el grito en el cielo.
Se escandalizaba el foralero porque, alegaba, «el ofrecimiento del Gobierno de Zapatero habría sido la reforma de los estatutos vasco navarro, para traspasar competencias a un órgano común con poderes legislativo y ejecutivo, y la formación de una autonomía que comprendiera `los cuatro territorios de Euskadi', concesiones hechas a la banda para poner fin al terrorismo». ¡Horror y pavor!
Pero lo que más le duele es no haberse enterado de qué iba la cosa y lamenta «tener que enterarse de estas maniobras del Gobierno por la prensa. Se ignora a una Comunidad que es fiel a su propia hoja de ruta autonómica, mediante el Amejoramiento, y a la Constitución. Y se le hace de lado, nada menos, poniendo en manos de terroristas su futuro, sin el menor respeto por la voluntad de un pueblo que se expresa libremente en las urnas, y que está a años de luz de pedir un órgano común con el País Vasco, y mucho menos dispuesto renunciar a su estatus de Comunidad foral y diferenciada». Todo eso lo dice, además, sin haber preguntado nunca jamás a las navarras y los navarros qué es exactamente lo que quieren. No conviene olvidarlo.
Ojo avizor, el astuto editorialista advierte que «detrás de las apetencias de los nacionalistas radicales, están también las ansias del resto del nacionalismo, que apoya y respalda cualquier iniciativa que suponga dar un paso hacia esa entelequia de `anexión' al País Vasco». ¿Quién habla de «anexión» aquí?
Y pone un ejemplo: «No se puede entender de otra manera que, ayer mismo, el presidente de EA considere `inasumible' una reforma estatutaria en Euskadi que `cierre la posibilidad' de una unión con Navarra. Es la vieja y cansina tesis de todo el nacionalismo, y poco importa si en Navarra se piensa de distinta manera, como así es, a la vista de los resultados que ofrecen las urnas». La conclusión es que los del «Diario» quieren sellar a cal y canto cualquier posibilidad de entendimiento. Ahora bien, sin preguntar a las ciudadanas y ciudadanos que tanto mencionan.