No va más. La Final Four de Madrid está a una victoria de distancia y el margen de error no existe. Si el factor cancha decide algo, éste es el momento. A partir de las 20.30 de esta noche, Tau Baskonia y Partizan, después de ganar cada cual un partido de los dos disputados, se jugarán el ser o no ser en un desempate; una cruz de navajas a vida o muerte por la Final Four.

Después de dos dolorosas derrotas en menos de una semana ante Partizan y DKV Joventut, en el que el cuadro baskonista llegó a los últimos minutos asfixiado, los de Neven Spahija deberán sacar lo mejor de sí mismos para, con la ayuda de su afición -tildada de «floja» por la prensa serbia-, lograr de una vez el billete para su cuarta Final Four consecutiva.

Un encuentro tan importante exige que la plantilla esté lo más fuerte posible. Así las cosas, los hados le son favorables al club gasteiztarra, ya que podrá contar con sus doce jugadores, aunque bien es sabido que Singleton aún no está en forma.

Sea como fuere, Tau Baskonia tendrá enfrente un rival que ha ido creciendo y creyendo en sus posibilidades conforme avanzaba la Euroliga. Logró el billete al Top-16 al clasificarse como mejor sexto de los tres grupos en la primera fase, y en la segunda, debió remontar dos derrotas consecutivas para acabar por eliminar al vigente campeón, Panathinaikos, en su cancha.

Los de Dusko Vujosevic han demostrado ser casi imbatibles en el Pionir, y han aprendido a ganar fuera según han ido superando las rondas. Nada tienen que perder y, con su historia por bandera, los «sepultureros» tratarán de enterrar a un Tau Baskonia irregular y que parece haber perdido algo de su carácter y da tumbos por volver a encontrarse.

Cabeza y corazón

En la rueda de prensa previa al choque de esta tarde, Neven Spahija se mostraba optimista de que los suyos podrán ganar al conjunto serbio. Más allá de disquisiciones tácticas o técnicas, el de Sibenik expuso como clave el jugar «con cabeza y corazón» y solicitó la ayuda de la afición baskonista.

«Tendremos que jugar con cabeza y corazón a la vez. Contando con el apoyo de nuestro público, para mí la mejor afición que, además, sabe muy bien cuándo necesita ayudar a su equipo», precisó.

«Mi equipo está bien, pese a los últimos problemas de cansancio y tantos viajes seguidos, para encarar un partido tan importante. La mentalización de los jugadores es muy alta por saber todos ellos lo que significa esta confrontación».

«Esta es la última posibilidad que tenemos de ir a la Final Four, pero es que todo lo que hemos hecho en esta temporada ha sido para poder jugar un encuentro realmente decisivo en nuestra casa y con el apoyo de nuestra afición», remachó Spahija.