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VUELTA AL PAÍS VASCO Astana asumió toda la responsabilidad y Contador saltó para anular un intento de Luis León Sánchez

Bettini vuelve a precipitarse y Kirchen lo aprovecha en Erandio

David Herrero repitió tercer puesto en un sprint condicionado por una caída en la que se vieron implicados Rebellin y De la Fuente

Joseba ITURRIA | ERANDIO

El luxemburgués Kim Kirchen logró la victoria al sprint en la segunda etapa disputada entre Legazpi y Erandio tras aprovechar que el campeón mundial, Paolo Bettini se precipitó al lanzar demasiado pronto el sprint. Eso permitió la remontada de un hombre que no destaca por ser un velocista, sino por su fuerza. Como David Herrero, que volvió a ser tercero.

Aunque es cierto que no hay grandes sprinters en la Vuelta al País Vasco, que corredores como Kirchen, Bettini, Herrero, Nocentini y Cunego ocuparan los cinco primeros puestos en una llegada al sprint en una recta que a todos se les hizo eterna demuestra que no sobran fuerzas en el grupo cuando sólo se llevan dos días de carrera. El recorrido de ayer no destacaba por su dureza, pero la lluvia, el frío y el ritmo del primer día dejaron secuelas y el hecho de que los fugados no estén lejos en la general provoca que no haya tiempo para ir tranquilo. Y eso que los ciclistas apenas se mojaron cuando estaban preparados para hacerlo de salida a meta.

Los vascos volvieron a intentarlo casi de salida. Landaluze (Euskaltel), Arrieta (Ag2R), Horrach (Caisse d'Epargne) y Albasini (Liquigas) se metieron en una fuga de buen nivel en la bajada de Udana y Astana tuvo que asumir toda la responsabilidad para que la fuga apenas superara los tres minutos.

Sólo en la parte final de la etapa equipos como Quick Step, Cofidis y Gerolsteiner colaboraron para tirar del grupo para anular la fuga a quince kilómetros de meta, pero ninguno de ellos fue capaz de llevarlo controlada para sus hombres rápidos y cualquier repecho hacía tanto daño y se producía tal desorden en el grupo que Alberto Contador en persona saltó a responder a un ataque de Luis León Sánchez. Después lo intentó el Milram por partida doble y así se llegó a un sprint final condicionado por la caída de Rebellin y De la Fuente.

Eso no hizo más que aumentar el descontrol con el que llegaba el grupo y, ante la falta de compañeros, Bettini se volvió a equivocar cuando es un corredor que no acostumbra a fallar así. Lo hizo el día anterior al gastar fuerzas junto a Astarloa en una etapa que podía ser propicia para él -pese a su escapada pasó bien Deskarga y luego llegó con los mejores- y ayer lanzó el sprint demasiado lejos y pudo superarlo un hombre menos rápido como Kim Kirchen.

David Herrero volvió a hacer un buen puesto y corredores como Isasi y Astarloa también se metieron en el sprint de un grupo que llegó cortado tras la caída. En un principio, los comisarios picaron distancias entre los grupitos que llegaban -primero dieron tres segundos de ventaja a Cunego y Evans sobre Contador-, pero rectificaron y decidieron que todo el grupo entró en el mismo tiempo.

¿Etapa de transición?

La prueba disputa hoy su tercera etapa entre Erandio y Biana, con 195 kilómetros de recorrido y un puerto calificado de Segunda, el de Aguilar de Codes, situado a escasos diez de meta. Mirado fríamente el puerto no tiene dificultad porque son quince kilómetros de ascensión y en sólo dos de ellos el porcentaje supera el 2%, pero las fuerzas están justas y ese terreno puede desgastar a los corredores. Sobre todo, si se produce en la parte inicial una fuga en la que entren corredores que estén a poca distancia de Contador y Astana se vea obligado de nuevo a llevar la carrera a un ritmo alto. Eso, unido a casi 200 kilómetros, pueden desgastar mucho las piernas.

LA ESCAPADA DEL DÍA

Landaluze, Arrieta, Albasini y Horrach protagonizaron la fuga del día que obligó a Astana a trabajar por detrás hasta que los equipos con hombres rápidos intentaron preparar la llegada.

Patxi Vila enseñó antes de la salida a Damiano Cunego el repecho de Aia

Patxi Vila acompañó antes de la salida de la etapa de ayer a Damiano Cunego para reconocer el repecho de Aia de la etapa del viernes llamado a romper el pelotón. Como el equipo estaba alojado en Donostia, los corredores del Lampre prefirieron antes de dirigirse a Legazpi examinar el recorrido en una demostración de la intención con la que ha venido el corredor italiano.

Patxi Vila tiene la misión de ayudarle en la Vuelta al País Vasco y en las clásicas antes de asumir la jefatura del equipo en el Giro, prueba a la que renuncia Cunego para centrarse en el Tour y en los Juegos. Vila estaba satisfecho con ser el único gregario que fue capaz de coronar con su líder Deskarga. El de Bera entiende que la carrera no está decidida pese a las demostraciones de fuerza del líder: «Tenemos que intentarlo. Contador ha hecho lo más difícil, salir de favorito y confirmarlo. Pero sólo son ocho segundos y estamos ahí. En Deskarga fuimos los únicos que coronamos con dos corredores en el primer grupito y lo intentaremos en los próximos días».

El corredor de Bera entiende que «la clasificación está muy abierta y la carrera va a ser difícil de controlar. Hay mucha gente en un margen de un minuto, todos son buenos corredores y Astana no puede dejar escapar a nadie. Contador es el más fuerte, pero habrá que ver cómo tiene el equipo porque le dejarán todo el trabajo».

Asume que tanto en País Vasco como en las clásicas está supeditado a su jefe de filas, pero también se lo toma como un test para saber cómo está de cara al Giro: «Llevo una línea ascendente desde que empecé a correr esta temporada, además corro en casa y quiero marcarme la prueba para afinar mi forma y para ver cómo estoy para mi gran reto del año».

ITURRIA

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