Maite SOROA
El de «Diario de Navarra», erre que erre
Iñigo Urkullu, presidente vizcaino del PNV, impone la complicidad en la segregación política a sus comilitones de Gipuzkoa. Se trata de implicar en el beneficio del vergonzante apartheid a quienes dicen, desde su propio partido, no estar de acuerdo. La represión contra los independentistas se acompaña de la presión a los díscolos de la propia casa Se echa en falta una reacción interna. Y enérgica.
Lo de las mociones de censura contra ANV les trae a algunos de cabeza. Y es que, después de tanto hablar, igual no les salen los números.
Ayer el editorialista de «Diario de Navarra», o sea del requeté, se lamentaba porque «el acuerdo alcanzado la semana pasada entre PNV, PSE y PP para plantear la moción de censura en el Ayuntamiento de Mondragón resulta insuficiente, pero, en todo caso, llega demasiado tarde». Pues vaya plan.
Lo que le indigna al escribiente de la boina roja es que ANV «se permite, además de seguir al frente del Ayuntamiento donde fue asesinado el socialista Isaías Carrasco, hacer declaraciones impropias de una persona de bien. La alcaldesa Galparsoro equipara el asesinato del ex concejal con los supuestos malos tratos a dos terroristas, y semejante indignidad no sólo no despierta la reacción demócrata más contundente en todos los partidos de ese ayuntamiento, sino que se muestra incapaz de cambiar una situación política en la que EA (un edil), EB (3) y Aralar (1) siguen sin apoyar la moción de censura que obligue a abandonar el puesto a la alcaldesa de ANV». O sea, que la tortura no se condena, no es de demócratas ni de gente de bien... Bueno es saberlo.
Sobre esos partidos que aún no se han pronunciado lanza el de la boina su anatema: «Ellos sabrán a qué deben su postura, aunque hoy por hoy es difícilmente explicable con excusas de imposible credibilidad. Es verdad que, llegado el caso, cada partido quedará retratado con su dignidad o su miseria». Pero se trata de avanzar más sobre el terreno: «en este asunto es preciso ir más allá del hecho puntual de Mondragón, de manera que el acuerdo de los demócratas, además de ser unánime, debiera comprometer a otras localidades en las que se registre una composición política parecida, donde mande el nacionalismo radical y cómplice. Y aún más, las indecisiones políticas de rechazo ante el asesinato de un compañero compromete especialmente a la familia socialista, algunos de cuyos componentes no comprenderán por qué ha pasado un mes largo sin conseguir otros apoyos que hagan posible desbancar a la izquierda abertzale». Siguen sin entender lo de las mayorías y las minorías. Es de su naturaleza.
OLASO