La sentencia del Juzgado de lo Penal número 5 de Bilbo que condena al conductor que arrolló a los dos hermanos de siete y cuatro años a pagar una multa de 72o euros y a la retirada por doce meses del carnet de conducir ha vuelto a señalar la responsabilidad que tuvieron el Consistorio bilbaino y la Diputación vizcaina en el accidente por no instalar un semáforo en la avenida Montevideo, a pesar de que los vecinos de Basurto llevaban ocho años reivindicándolo.

Las declaraciones del alcalde, Iñaki Azkuna, en las que se mostraba dispuesto a pedir de nuevo perdón a la familia de Aitor y Oihane Aginako, dieron paso ayer a las peticiones de PP, PSE y ANV para que definitivamente asuman responsabilidades políticas. Precisamente, a raíz de la resolución judicial, el presidente de la Asociación de Vecinos de Basurto, Javier Muñoz, incidió en esta cuestión, al afirmar que las autoridades no habían estado a la altura.

Antonio Basagoiti, portavoz del PP, señaló ayer que, salvo deseo expreso de la familia Aginako, pedirá responsabilidades «hasta el último día» en el que sea concejal «por una gran negligencia pública» en este caso. Recordó que el Ayuntamiento de Bilbo «sabía de la conflictividad» del paso de peatones donde murieron los pequeños y la sentencia evidencia tal cuestión.

«Me alegro mucho -declaró- de que Azkuna pida perdón, pero no es suficiente», por lo que Basagoiti anunció que seguirá pidiendo responsabilidades porque «no puede ser que se meta la pata de manera tan evidente en un asunto tan grave y no pase absolutamente nada».

«Voy a seguir exigiendo responsabilidades no para meter el dedo en el ojo a nadie» o «para intentar revolver en la porquería, sino porque la mejor manera de que una cosa así no vuelva a pasar en Bilbao es que alguien asuma su culpa».

Desde las filas del PSE, su portavoz, Txema Oleaga, fue más directo al exigir que el alcalde depure responsabilidades en el seno de su equipo, en concreto en la persona de la actual delegada de Cultura y Educación y portavoz jeltzale, la teniente alcalde Ibone Bengoetxea, que en enero de 2006, cuando se produjo el atropello mortal, era la concejala de Circulación y Transportes, así como entre los técnicos de su confianza.

Oleaga advirtió de que la responsabilidad política en el fatal accidente «no puede quedar en una simple petición de perdón como ha hecho el alcalde, sino que tiene que ir mucho más allá, porque la sentencia no deja lugar a otra salida».

El grupo municipal de EAE-ANV se dirigió a Iñaki Azkuna para recordarle que «el perdón en política se otorga por la ciudadanía cuando el mandatario de turno, al reconocer su error, dejación de obligaciones y compromisos adquiridos con aquella, conjuga el verbo dimitir».

La formación independentista reclamó, por tanto, la dimisión de Ibone Bengoetxea, además de que el PNV cese de inmediato a Eusebio Melero, que ahora es miembro del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP) tras su salida de la Diputación vizcaina, «y del propio alcalde de Bilbo y presidente de Bilbao Ría 2000, señor Azkuna, que como él suele decir, por vergüenza torera debería irse a casa».