El vespertino francés «Le Monde» no llegó ayer a los kioskos, por segunda vez en su historia, a causa de una huelga en protesta por el plan de reestructuración que prevé el despido de 130 trabajadores. Los trabajadores de «Le Monde» son secundados en su movimiento de protesta por los de la página de internet del diario, que pertenecen a una filial pero que han parado en solidaridad con sus compañeros.