El presidente dijo en una entrevista en la web que «esa limpia debería haberse hecho antes»
Badiola trasmite que echará al 90% de los trabajadores
Los empleados viven en la zozobra absoluta tras conocer que en privado dice que le vale con una decena
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
Iñaki Badiola ha trasmitido en diferentes conversaciones privadas que piensa prescindir del 90% de los trabajadores de la Real Sociedad, comentarios que se extienden por toda la ciudad y llegan a los trabajadores, que son los últimos en enterarse porque su presidente no tiene una relación fluida con ellos.
El presidente realista trasmite en algunas de sus múltiples conversaciones que le vale con diez personas de las alrededor de cien que trabajan para el club, incluyendo en esa cifra a los técnicos y auxiliares de todos los equipos. Es imposible que una estructura como la de Real, que para la próxima temporada contaría con un segundo filial si se cumple lo señalado por Badiola, pueda sostenerse en diez personas, pero ese tipo de comentarios sitúan en la más absoluta zozobra a todos los empleados de la entidad.
Es evidente que Badiola quiere hacer lo que considera como «una limpia». En la entrevista publicada el domingo en la web señalaba que «no se puede correr un triatlón de manera competitiva con exceso de grasa. Igual esa limpia debería haberse hecho antes. Y ahí radica gran parte del problema, ahí subyace parte de la explicación de por qué estamos donde estamos. ¿Teníamos a los mejores en los puestos debidos o Zubieta era un reino de taifas, de amiguismo, y nepotismo, de clanes?».
Ninguna responsabilidad
Esta frase es un insulto a los trabajadores y a la realidad. Culparles de la crisis económica o deportiva es inadmisible. Ningún trabajador tiene ninguna culpa de que Toshack fichara a Luiz Alberto, Nihat, Westerveld y Kovacevic por 22 millones de euros en traspasos y muchos más en sueldos y demás gastos cuando la entidad no podía afrontarlos. Ni que Bakero haya fichado a Skoubo, Stevanovic y Rivas por 6,5 ya en una situación crítica. La responsabilidad de las decisiones tomadas con el primer equipo -que es lo único que no ha ido bien- es de los Consejos y de los técnicos que las han adoptado y, sin embargo, todos han cobrado lo que les correspondía. Los que van a pagar son los responsables de que el Sanse estuviera hace dos años a un paso de ascender o de que los equipos formativos den un gran nivel o los trabajadores que han hecho lo que se les ha pedido.
Según los datos del último ejercicio, las retribuciones al personal no deportivo y de los técnicos ascendía a dos millones de euros, que es una cifra baja sobre 34 de gasto. El Getafe, con dieciocho millones, tiene a quince personas entre técnicos, fisios, médicos y utilleros que trabajan con el primer equipo y a otras once con su escuela, a los que añadir todos los técnicos de los equipos formativos. Y eso que es uno de los clubes con menos estructura deportiva.
Ninguna indemnización
Lo más duro para los trabajadores no es que Badiola anuncie estas medidas y deje en mal lugar a los profesionales del club, sino las formas y la incertidumbre sobre la decisión que les va a afectar. Nunca hay una forma buena para despedir a nadie. Pero, en el caso del empresario, a todos los que se les ha comunicado su marcha, menos a un Iriarte que fue humillado, se les dejó dos meses en una situación incómoda antes de recibir la carta de despido con justificaciones insostenibles. A ninguno se le propone llegar a un acuerdo para rescindir el contrato, ni se le indica que va a recibir una indemnización y sólo se les permite el recurso a la vía judicial.
Ni el más optimista espera que Badiola ofrezca los 45 días por año trabajado a nadie. Por eso se prevé que proponga en una Junta, como mínimo, una regulación de empleo que implique pagar sólo veinte días por año trabajado con un máximo equivalente a doce mensualidades, pero también hay temor a que declare la empresa en quiebra, con lo que no debería pagar ninguna indemnización. Esa posibilidad, como avanzaba GARA, ha estado en boca del presidente, pero tiene muchas complicaciones y parece difícil que llegue a plantearla a la Junta.
Como lo parece que despida al 90% de los trabajadores, pero esos comentarios fuera del club provocan que el aire que respiran los jugadores del primer equipo no sea el ideal porque todo lo que les rodea es zozobra.
Badiola decía además en su entrevista del domingo que la limpieza drástica era una de sus promesas, cuando nunca lo fue. Así, el día de su elección dijo que contaba con todos. Su promesa era que iba a traer grandes jugadores y 16,5 millones de euros por ventas de camisetas. Los accionistas tendrán que ser consultados en Junta Extraordinaria para unas medidas tan graves como injustificadas y ellos deberán decidir si avalan semejante locura e injusticia. Ellos podrán elegir si es mejor prescindir de noventa que cumplen lo que se les pide o de uno que no cumple lo que dice.
El pichichi realista, que recordó que lo importante para un delantero es tener ocasiones, señaló que «quedamos en un mano a mano con el Sporting, sin olvidar al Elche, que está a dos puntos. Los dos primeros están lejos, pensaba que el Málaga iba a pinchar más, pero se ha hecho fuerte en casa y casi quedamos tres equipos para un puesto. Tenerife y Castellón están a cinco puntos y es una renta importante a nueve jornadas. Ojalá sea cuestión de tres, luego de dos y al final nos quedemos nosotros solos, pero por suerte o por desgracia tiene toda la pinta de que esto se resolverá al final. Ojalá ganemos seis partidos seguidos y que nos sobre uno o dos. Pero si debe decidirse en junio, que sea para que subamos a Primera».
Xabi Castillo, el otro que habló ayer para la prensa, se mostró contento tras alcanzar los minutos necesarios para garantizar su renovación por una temporada más y también por el buen momento demostrado en los dos últimos partidos. Espera acabar bien un año en el que entiende que la clave serán los partidos de Anoeta.
ITURRIA
La cifra de trabajadores del club ronda el centenar y Badiola ha señalado en círculos privados que piensa quedarse con diez, lo que lleva a pensar que planteará como mínimo una regulación de empleo.
El medio centro se limitó a corretear ayer por una sobrecarga en los isquiotibiales que recomiendan descanso. El donostiarra sufrió un esguince de tobillo el viernes que se agravó con una entrada en el partido, pero se espera que en un par de días puedan volver a entrenarse.
A pesar de que el galés se entrena con normalidad, Badiola señaló ayer que piensa reunirse hoy con él para convencerle de que se opere. Badiola trasmite que quiere darle la baja, también a Delibasic, para fichar a Zigic, que dijo hace poco que era una locura colocarle en la Real.
Badiola declaró en la web del club que «no se puede correr un triatlón con exceso de grasa. Igual esa limpia debía haberse hecho antes. Ahí radica gran parte del problema y la explicación de por qué estamos así».