El comité de El Corte Inglés, formado por LAB, CCOO y UGT, convocó ayer en la entrada principal de Gran Vía a los empleados para exigir la readmisión de su compañero Jaime Velasco, despedido una vez que se reincorporó a su puesto de trabajo después de una baja laboral.

Los empleados denunciaron entre las 14.30 y las 15.30 la política de «explotación laboral» de la compañía y rechazaron el despido. Según explicaron a GARA miembros de UGT y LAB, si la dirección del centro comercial no da marcha atrás en ese despido, considerado «muy grave» por parte del comité, se retomarán e intensificarán las protestas de los empleados. Este sábado se producirá otra concentración a la misma hora.

María José del Canto, secretaria del comité y miembro de LAB, aseguró que la dirección de El Corte Inglés ha provocado esta tensión entre la plantilla de manera deliberada. «Nuestro compañero, tras estar de baja por enfermedad, se reincorporó al puesto de trabajo y se ha encontrado con la carta de despido sin más», precisó.

En este sentido, reconoció que «no podemos permitir que una empresa con tantos puestos y que nos dice que vela por los intereses de los trabajadores adopte esta postura de quitarse de en medio a quienes han sufrido o sufren bajas laborales». Del Canto explicó a este diario que esta acción es «una primera actitud frente al despido y, por lo tanto, conminamos a El Corte Inglés a que recapacite y readmita a nuestro compañero». Este centro comercial cuenta con una plantilla en Bilbo de 1.200 trabajadores y, según la secretaria del comité, una parte importante de la misma lleva muchos años trabajando en la empresa en condiciones laborales poco saludables debido «a que pasas largas horas de trabajo de pie, con la acción del aire acondicionado y con luz artificial». Ante esa situación, María José del Canto considera que «al final, tienes dolores de piernas, de espalda, etc y no puedes realizar el trabajo de forma normal, por lo que las bajas por incapacidad temporal aumentan».

Los empleados de los centros comerciales son un colectivo que sufre de manera importante los trastornos musculoesqueléticos, como así lo reconoce la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo.

«Medida muy grave»

En esta situación se encuentra el despedido, Jaime Velasco, que «sin más, tras volver a trabajar tras la baja, después de haber disfrutado diez días de vacaciones que le correspondía, se ha encontrado en la calle con una indemnización de veinte días por año», como explicó un representante de UGT.

El comité entiende que esta decisión es «muy grave» debido a que «es una medida represiva que no estamos dispuestas a aguantar», explicó Del Canto, quien reconoció que «El Corte Inglés lleva 39 años en Bilbo y la mayoría de la plantilla tiene una cierta edad y ha sufrido esas condiciones adversas. Cuando éramos jóvenes dimos todo lo que teníamos y ahora nos pagan con esto. No podemos permitir que se carguen a la gente de esta manera».

El comité también denunció que la dirección ha amenazado con «continuar con esa política de despidos».