El secretario general de LAB, Rafa Díez, se mostró ayer convencido de que «tiene que construirse una nueva oportunidad» para solucionar el conflicto político en esta legislatura y consideró que el Gobierno de Zapatero tiene «vértigo» a dar la palabra a la sociedad vasca sobre su futuro.

Díez, en una entrevista en Euskal Telebista, opinó que, tras el frustrado proceso de negociación, la sociedad vasca «no puede esperar otros cuatro años» para que haya una «nueva oportunidad». Según indicó, la izquierda abertzale «también sufre las consecuencias del conflicto» y «es parte interesada en construir un escenario de paz y soluciones políticas».

A su juicio, la sociedad vasca «está reclamando a los partidos que sean capaces de salirse de la noria actual y abordar un proceso de diálogo, negociación y acuerdo», ya que «hemos llegado a un momento en el que el conflicto está muy mal».

Respeto a las decisiones

Rafa Díez indicó que «todas las cartas en el proceso de negociación anterior han quedado boca arriba» y las partes «saben dónde están las líneas rojas que pueden definir un escenario de fin del conflicto y estabilidad democrática».

Tras reiterar que es «clave» en la búsqueda de una solución el respeto a la voluntad de la sociedad vasca para definir su marco jurídico-institucional, Díez abogó por abordar la situación, no desde «terapias que niegan» las vías de solución basadas en el diálogo y el acuerdo y «generan efectos tan negativos y dolorosos como el tema de Arrasate, sino desde una perspectiva de cambio de la situación actual».

En réplica a las voces que desde el PSOE acusan a ETA de haber tenido vértigo a abandonar las armas, señaló que quien tiene «vértigo» es «el que defiende el status quo político actual a costa de mantenernos en el conflicto». «El que tiene vértigo es un Estado español, un Gobierno del PSOE, que no quiere situar una situación democrática en la que todos los proyectos políticos puedan ser defendibles y factibles», insistió.

«Dudas» sobre Ibarretxe

Díez también se refirió a la consulta planteada por el lehendakari y consideró que «la poca credibilidad» de Ibarretxe con su planteamiento y con las posiciones existentes en el seno del PNV generan «un mar de dudas» sobre su propuesta.

El dirigente sindical destacó que es «muy importante» y «muy serio» que se consulte a la ciudadanía, pero evidenció que Juan José Ibarretxe tendrá que «clarificar» su planteamiento, dado que «todavía desconocemos» cuestiones como «qué es lo que quiere hacer con esa consulta o qué tipo de pregunta va a formular».