Una manifestación reivindicará en Bilbo el derecho a la ocupación
Una manifestación recorrerá esta tarde, a partir de las 17.30, la Gran Vía bilbaina para reivindicar la ocupación frente a la especulación inmobiliaria y contra la criminalización que sufren cada vez más los sectores ciudadanos que apuestan por ella. A escasas cuatro jornadas de que la Ertzaintza desalojase a un grupo de jóvenes de los números 4 y 5 de la calle Ribera, Bilboko Okupazio Mugimendua (BOM) animó a luchar por el derecho a una vivienda digna.
Agustín GOIKOETXEA |
La marcha, que convocan Erriberako Etxe Okupatua y Bilboko Okupazio Mugimendua (BOM), partirá a las 17.30 de la plaza del Sagrado Corazón para recorrer la Gran Vía y finalizar frente al teatro Arriaga. Con la movilización se pretende responder a la criminalización que viene soportando el movimiento pro ocupación en Euskal Herria en los últimos tiempos, especialmente en Bilbo, donde la amenaza del desalojo aún pende sobre los gaztetxes de Olabeaga y Casco Viejo, y se ha materializado en la calle Ribera y Arangoiti.
Un portavoz del BOM preguntó ayer a los responsables del Consistorio bilbaino por qué no invierten en dar solución al déficit de vivienda y espacios de ocio que sufren los jóvenes en vez de alinearse con la iniciativa privada para atacar a los proyectos de autogestión que no cesan de surgir en los diferentes barrios de la capital vizcaina.
Fijándose en el caso del desahucio de los portales 4 y 5 de la calle Ribera, sus ocupantes desvelaron que no se les comunicó la orden de «desalojo cautelar» ni antes ni durante el mismo, además de que se justifica en una «supuesta urgencia urbanística». Los afectados la negaron, pues la promotora inmobiliaria no dispone todavía de los permisos necesarios para acometer las obras. «Se prioriza el derecho al negocio y la propiedad privada frente al derecho a una vivienda digna», subrayaron los jóvenes que se han quedado en la calle.
Puntualizaron que no era urgente el «desalojo cautelar», pues estaban dispuestos a permitir el inicio de catas e inspecciones sobre la estructura de la casa. Esta voluntad se la manifestaron el 4 de marzo al títular del Juzgado de Instrucción número 1 de Bilbo, ante el que prestaron declararon acusados por la empresa Hormibal de «usurpación».
También denunciaron por «desmesurada y agresiva» la actuación de la Ertzaintza, que se materializó, según explicaron, en insultos y bromas hacia los ocupantes del histórico edificio, a quienes obligaron a estar durante más de 15 minutos en la escalera en calzoncillos. Antes, al irrumpir en el inmueble, por el portal y el tejado, los policías les dejaron escasos cinco minutos para recoger sus abundantes pertenencias. A continuación, fueron expulsados, lo que les obligó a presentar una denuncia en el juzgado de guardia para que les dejaran coger el resto.
Edificio destrozado
Al regresar, gracias al auto dictado por un juez, pudieron comprobar que los operarios contratados por Hormibal, la empresa que ha comprado el edificio para construir viviendas de lujo, se dedicaban a destruir los tabiques con mazas y piquetas, así como a arrojar muebles y documentos de valor histórico al patio, transformándolo «en un contenedor de mobiliario histórico roto y basura». Los jóvenes recordaron ayer que el inmueble está catalogado como «histórico» por el Ejecutivo de Lakua y la Diputación vizcaina, aunque la promotora ha negociado con responsables del Ayuntamiento de Bilbo para que, en breve, se levante esa protección especial.
«Nos avergüenza que se nos haya utilizado para cargarse de raíz un inmueble histórico como el número 4, 5 y 6 de la Ribera que, junto a la iglesia de San Anton, la catedral de Santiago y San Nicolás, conforman los pocos edificios historicos que quedan en el centro de Bilbao», mencionaron antes de lamentar que los promotores parecen querer evitar la rehabilitación integral del viejo edificio.
Quienes han impulsado el proyecto autogestionado de Ribera desde el 28 de diciembre de 2007 subrayaron que allí se construía «una alternativa impulsada por la necesidad y la negación del derecho básico claro de las personas a acceder a una vivienda digna, sin por ello tener que hipotecar toda su vida».
Además, recordaron que el edificio llevaba una década «vacío y en desuso, con la intención clara de potenciar la especulación en una zona de importancia histórica que se está viendo transformada para fines económicos sin tener en cuenta las necesidades reales de sus gentes». En la calle, anunciaron que continuarán ocupando edificios «de forma pública y colectiva».
Veinte agentes de la Policía Municipal de Bilbo obligaron el jueves a tres jóvenes que realizaban tareas de limpieza en un edificio ocupado de San Anton, en el barrio de Arangoiti, a abandonarlo para proceder a su derribo, en el que participó una excavadora. El inmueble había sido ocupado el pasado miércoles por la gazte asanblada.
Los policías municipales, además de desalojar a los tres jóvenes, que abandonaron el lugar de forma pacífica, identificaron a algunos de los vecinos y curiosos que acudieron a la barriada de San Anton para ver cuál era el motivo del despliegue de más de seis patrullas.
Hoy, por otro lado, se celebrará en Rekalde una fiesta de presentación de los actos conmemorativos del décimo aniversario de Kukutza -bajo el lema «1o urte 11 matxinada»- cuyo plato fuerte será la celebración del Euskal Herriko Gaztetxe Eguna el 17 de mayo en este populoso barrio de la capital vizcaina. En sus diez años de ocupación por el local autogestionado errekaldetarra han pasado miles de personas y se han realizado otros tantos proyectos. Hoy, se inaugurará una escultura.
Los jóvenes desvelaron que los portales que ocupaban no estaban en absoluto en estado de ruina. Mencionaron que en el número 6 viven unos vecinos en una zona claramente más dañada por la situación del tejado.
Quienes han ocupado este edificio y fueron desalojados anunciaron que en las próximas semanas tienen intención de desvelar datos sobre su valor histórico, que no están siendo protegidos por la promotora Hormibal.