El Deportivo Alavés quiere terminar la que podría ser la mejor semana de la temporada con una victoria en Las Palmas que puede valer media permanencia. Tras sufrir horrores para conseguir un triunfo vital ante el Poli Ejido y conocer el jueves que los desmanes de su gestión no le saldrán gratis a Piterman, los albiazules pueden poner el cimiento más importante para su regeneración ante un rival que, de verse condenado a Segunda B no hace mucho tiempo, ahora mismo superan a los gasteiztarras en un punto y llega sin conocer la derrota en los cinco últimos partidos.

La llegada de Juan Manuel Rodríguez al banquillo y el gran momento de forma de la dupla atacante Adrián-Márquez, que llevan 20 goles entre ambos, ha devuelto la ilusión a un equipo que parecía condenado en la primera vuelta. Sin ir más lejos, en Mendizorrotza ofreció una pobre imagen y cayó 3-1.

En el Deportivo Alavés, a pesar de que el entrenamiento de ayer refrendó que Toni Moral y Aganzo están para jugar algunos minutos, las bajas siguen condicionando un once inicial que José María Salmerón no ha querido mostrar.

La defensa parece clara, ya que las bajas no dan muchas más opciones y obligan a que Tarantino juegue de central y Calderón pase a la banda izquierda. En el pivote, Lacen parece fijo tras su sanción y habrá que confiar en que Salmerón no vuelva a apostar por un centro del campo sin intensidad.