En un club de cantera como el Athletic el debut de cualquier jugador joven debe de ser un motivo de alegría. Así, en caso de que se estrene, Ander Iturraspe tendrá todas las felicitaciones de quien suscribe estas líneas, porque ha sido su trabajo y sacrificio la que le ha llevado a estar en la antesala de la élite a sus 19 primaveras. Por ello, la convocatoria del medio de Abadiño -ayer un diario con máxima tirada en Bizkaia le situaba en Barakaldo-, técnicamente con maneras pero por hacer físicamente, será una grata noticia.

Ahora bien, a estas alturas de la temporada su caso merece una reflexión. Primero, porque es una apuesta a corto plazo, ya que el vizcaino al haber comenzado la campaña en el Baskonia y no haber sumado 10 partidos en el filial, no podrá disputar los últimos cuatro choques con la primera plantilla. Por tanto, sólo tendría dos opciones para estrenarse como león este año.

Segundo, porque el Bilbao Athletic pelea por no bajar a Tercera y si Iturraspe está para jugar en Primera, algo que no urge, también lo estará para ayudar al filial. Al menos eso se supone, de lo contrario la medida de bajar a Susaeta a jugar contra la Ponferradina se antoja absurda. Más, cuando todo indica que el de Eibar entrará hoy en la lista de Caparrós.

Pero, por encima de todo ello hay un motivo que el técnico debería entender: la no devaluación de mediocentros que tiene disponibles en su equipo. Y es que aunque parezca que se le haya olvidado, el de Utrera cuenta en su plantilla con Tiko y Murillo. El primero, empezó la temporada de titular y jugando infiltrado a petición expresa del entrenador, pero después desapareció. Sus últimas apariciones fueron en Copa y, desde luego, no desentonó siendo uno de los mejores del equipo en los dos choques ante el Espanyol.

Es cierto que se ha operado recientemente, pero el haber sido pieza clave con Heynckes y Valverde, el trabajo que hizo para poder ayudar al equipo en la recta final del pasado campeonato y sus 230 encuentros como león se merecen mayor estatus. Por su parte, Ander Murillo no es un mediocentro, pero fue adelantado a esa posición por Clemente y Mané. El donostiarra es un jugador polivalente -puede cumplir en tres demarcaciones-, que con menos de 25 años ha jugado 153 partidos como león y a quien le tocó bailar en el mediocentro de un equipo que no pudo contar con Gurpegi, Orbaiz y Tiko durante casi toda la pasada campaña.

Este caso se da a apenas una semana del retorno de Gurpegi, que no está para jugar 90 minutos aún, y con las lesiones de Orbaiz y Muñoz presentes. Lo lógico debería ser contar con Tiko o Murillo, pero Caparrós parece dispuesto a dar una alternativa que no podrá ampliar más allá de las dos próximas jornadas.