Etxebarria: «Vivimos una época muy represiva sexualmente»
Lucía Etxebarria lleva ya vendidos 30.000 ejemplares de «Lo que los hombres no saben... El sexo contado por las mujeres» (Ediciones Martínez Roca), un libro que reúne trece relatos «a temperatura extrema». La obra aporta la visión femenina de lo erótico.
Izaskun LABEAGA | BILBO
Lucía Etxebarria (Valencia, 1966) apostó por la publicación de esta antología «ya que considero que la experiencia sexual femenina no está bien representada» en el Estado español. Lanzó su propuesta a distintas escritoras y fueron bastantes las que rehusaron participar en este libro, así que no tuvo que realizar ninguna selección y en sus 348 páginas están recogidos los trece relatos que recibió, entre ellos dos de su propia cosecha.
Firman el resto de los textos recogidos en ``Lo que los hombres no saben... El sexo contado por las mujeres'' Silvia Grijalba, Eugenia Rico, Marta Sanz, Loca Beccaria, Espido Freire, Andrea Menéndez Faya, Cecele, Inma Turbau, Silvia Uslé, María Frisa y Coché Echarren.
Comenta la escritora que cuando recibió los escritos pudo comprobar que «cuanto más prestigio tiene la autora menos explícita es y que, excepto en un caso, las autoras no asocian sexo a amor. Nunca dicen que la protagonista es guapa, a diferencia de lo que ocurre cuando escriben los hombres. Es más, en algunos casos, especifican claramente que su heroína no es bella».
Preguntada acerca del motivo por el que este proyecto no ha congregado a mayor número de escritoras, Lucía Etxebarria responde sin titubear: «sabían de antemano que las iban a poner a parir».
Cuenta Etxebarria que «el hecho de que se me haya criticado como presunta escritora erótica, cuando el tono erótico de mis novelas es bajísimo, siempre me ha hecho reflexionar sobre este asunto: cualquier mujer tiene que ser cien veces mejor que un hombre para llegar a algo y, si llega, tiene que quitarse la carga asociada a lo femenino. Ahí tenemos el ejemplo de María Teresa Fernández de la Vega o Esperanza Aguirre, que son muy respetadas en el campo de lo político porque no trasmiten nada de sexual o de femenino. Cuando escribes ocurre igual, tienes que hacerlo de una forma muy neutra para que no vayan a por ti».
El objetivo de ``Lo que los hombres no saben... El sexo contado por las mujeres'' es demostrar que la literatura erótica femenina no es un género menor.
Otro estilo
La escritora se refiere con satisfacción al compendio de obras que muestra una forma muy particular de hablar sobre el sexo: el de las mujeres. «Lo hacemos de forma diferente a los hombres», entre otros motivos, porque «nuestra experiencia sexual, biológicamente hablando, es distinta; de ahí que en las escenas sexuales escritas por una mujer haya casi siempre una mención al agua, porque las mujeres se mojan. Nosotras escribimos de una forma más táctil, los hombres de una forma visual». Este trabajo aporta una lectura desconocida para muchos «porque nuestra visión no ha sido contada, así que casi cualquier cosa que digamos sobre sexo es novedosa, mientras que cualquier cosa que escriba un hombre ya la hemos leído».
Opina la autora de ``Beatriz y los cuerpos celestes'' que «estamos viviendo una época muy represiva sexualmente disfrazada de liberación. Nos dejan ver desnudos constantemente pero siempre el mismo: nunca verás un cuerpo de mujer que no esté operado, con dietas, con horas de gimnasio... La idea que trasmiten es la de que tú puedes practicar mucho sexo siempre que vayas al gimnasio, te compres cremas, vayas perfecta. Si no eres este tipo de consumidora, estás fuera del mercado sexual. No podemos hacer uso de nuestro propio cuerpo porque está en manos de un sistema que lo domina».
Piensa que acabará poniéndose fin a esta realidad «porque, aunque creemos lo contrario, las culturas cada vez se mantienen menos. El imperio americano se está cayendo y el sistema capitalista se está autodestrozando. Habrá un cambio pero yo no lo voy a ver», lamenta.
El objetivo de «Lo que los hombres no saben... El sexo contado por las mujeres» es demostrar a los lectores que la literatura erótica femenina no es un género menor.