Alrededor de cuatro mil personas se reunieron en París, una de las capitales occidentales con una mayor comunidad china, para denunciar «las injusticias de la prensa». Más de un millar lo hicieron en Londres y Manchester, quinientos en Viena y cerca de trescientos en Berlín.

En la capital francesa, los manifestantes, ataviados muchos de ellos con camisetas con el lema «Una China, una familia» y «hacer de los Juegos Olímpicos un puente y no un muro», mostraban carteles en los que se leía «los medios dominantes manipulan» y «mentir no es libertad de prensa», y distribuyeron durante la protesta entre los paseantes folletos para dar a conocer «la verdadera China».

La concentración más importante de Gran Bretaña tuvo lugar en Manchester, ante las oficinas de la BBC. «La BBC es la televisión nacional, es la que vemos, pero la denuncia se dirige contra todos los medios de comunicación occidentales», señaó Tian Yang, uno de los organizadores del acto.

También hubo protestas ante los parlamentos de Londres y Viena y en la plaza Potsdam de Berlín.

Manifestaciones anti-francesas

Mientras, en China, miles de ciudadanos chinos participaron en la jornada de manifestaciones contra intereses franceses en cuatro ciudades, Beijing, Hefei, Quingdao y Wuhan, para denunciar la actitud francesa en el conflicto China-Tíbet.

Las protestas se realizaron principalmente frente a los hipermercados de la cadena francesa Carrefour, que tiene más de un centenar de establecimientos en China. Durante las mismas se pidió el boicot a la empresa gala y se corearon consignas contra la independencia de Tíbet. La manifestación mas numerosa tuvo lugar en Wuhan, donde participaron alrededor de 10.000 personas.

El enfado de los chinos se desató tras el paso de la antorcha olímpica por París, donde tuvo que ser apagada varias veces, y el llamamiento inicial al boicot que realizó el presidente francés, Nicolas Sarkozy.

Precisamente ayer la llama olímpica llegó a Kuala Lumpur tras cruzar Islamabad y Nueva Delhi. En la capital india, un centenar de manifestantes pro-tibetanos reclamaban libertad para Tíbet mientras trescientos pro-chinos agitaban banderas olímpicas gritando «adelante China».