La reivindicación de Trebiñu: del «limaco» al mástil sin pendón
Trebiñu estará presente, una vez más, en los actos de San Prudencio. Pero parece que las instituciones alavesas no son capaces de dar un paso definitivo considerando en una jornada representativa como ésta a los trebiñeses en condiciones de igualdad. Un mástil vacío simbolizará a la octava Cuadrilla, mientras que los alcaldes de Trebiñu y Argantzun están invitados a participar en los actos reservados a las autoridades del herrialde.
Txotxe ANDUEZA |
Han sido muy variadas las formas en las que Trebiñu ha estado presente en unas jornadas festivas que, en teoría, representan al conjunto de la sociedad alavesa. Generalmente ha sido la iniciativa de Uda Trebiñu, a quien cogió el testigo Trebiñu Batu, la que ha posibilitado que, de una u otra manera, la ciudadanía se diera cuenta de que, incluso en los símbolos, quedaba el hueco vacío de Trebiñu en esta fiesta.
Este año, tal vez por primera vez, la Diputación de Araba ha decidido hacer visible, de forma simbólica, la especial situación que tiene la octava Cuadrilla. Pero el gesto de poner entre los mástiles de los que cuelgan en la Plaza de la Provincia los pendones de las Cuadrillas, un octavo mástil vacío, se antoja insuficiente.
Los alcaldes de los dos municipios de la Cuadrilla, Trebiñu y Argantzun, podrán participar de los actos oficiales, a los que han sido invitados, como otros años, pero en otras ocasiones también han recibido la invitación y han optado por situarse enfrente de las autoridades que no dan pasos reales para posibilitar la integración. Los máximos representantes de ambos consistorios han participado habitualmente de actos a través de los cuales los trebiñeses han puesto en evidencia que no son tratados en igualdad con el resto de ciudadanos alaveses. Una reivindicación a la que en ocasiones han dotado de una fuerte carga de ironía.
Así fue en la fiesta del año 2001, cuando los entonces alcaldes Alfredo Oraa y Juan Carlos Aguillo sostuvieron ante las autoridades, presididas por el diputado general Ramón Rabanera, del PP, una pancarta con la frase: «Un limaco es como un caracol sin casa, ¿y Trebiñu?».
Durante años, en la víspera de San Prudencio una kalejira extendía por las calles de Gasteiz la reclamación de los trebiñeses. En 2005, Trebiñu Batu, que había recogido el testigo del inmenso trabajo desarrollado durante décadas por Uda Trebiñu, realizó una serie de movilizaciones en la jornada del 27 de abril, que confluyeron en un homenaje a las ocho Cuadrillas de Araba, añadiendo su pendón a los dispuestos por la Diputación en la Plaza de la Provincia.
Vacío de contenido
En una rueda de prensa realizada para valorar la última decisión de la Diputación de Araba sobre la presencia de Trebiñu en las fiestas de San Prudencio, el concejal de EAE-ANV en el Ayuntamiento de Trebiñu, Patxi Ruiz de Samaniego, tachó el gesto de «falta de respeto» a la voluntad de los trebiñeses, y dijo que si la Diputación «no está dispuesta a respetar la voluntad de las y los trebiñeses, tendremos que ser los propios trebiñeses quienes traigamos nuestra bandera a la Diputación».
Al miembro de Trebiñu Batu, Agus Ortega, tampoco le satisface la decisión de la institución foral. Considera que se trata de un gesto «vacío de contenido», sobre todo despues de los pasos que se han llegado a dar en otras ocasiones en Juntas Generales, donde incluso se ha manifestado una unanimidad a favor de la integración.
En opinión de Agus Ortega, «si ese gesto viniera acompañado de alguna iniciativa con contenido, tal vez pudiera valorarse de otra manera, pero que se haya limitado a asumir una reivindicación que siempre se ha hecho desde Trebiñu no es su- ficiente». Cree Ortega que es interesante mantener esta reivindicación en un día como el de San Prudencio, «identificativo para Araba y para todos los alaveses, sin excepción». Y Trebiñu Batu analizará lo ocurrido este año, en el que la desaparición de su portavoz les ha afectado profundamente. Y advierte al Gobierno provincial: «Van a tener pendón para rato».
La Diputación de Araba hará patente la especial situación de los trebiñeses colocando un mástil vacío junto a los que sostienen los pendones de las otras siete Cuadrillas del herrialde. Una decisión que los partidarios de la integración han considerado insuficiente.
La asociación que representa la voluntad y el derecho de los trebiñeses cree que una Administración pública como la Diputación debiera hacer más por la integración, y no limitarse a repetir un símbolo que durante años ha planteado la iniciativa social.