Por estas fechas, hace 160 años, hacía su aparición el programa de los comunistas en forma de manifiesto, sus autores eran Marx y Engels. En su último capítulo, -en el que analiza la actitud que los comunistas deben tomar hacia los partidos que también luchan por un cambio social-. En sus últimas líneas dice «los comunistas consideran indigno ocultar sus ideas y propósitos. Proclaman abiertamente que sus objetivos sólo pueden ser alcanzados derrocando por la violencia todo el orden social existente. Que las clases dominantes tiemblen».

A día de hoy, Gaspar Llamazares advierte, en referencia a los ediles vascos de su organización, que «quienes no condenan la violencia están al margen de IU» recriminándoles «tener la sensibilidad de una almeja». De su afirmación podemos deducir varias cosas: en primer lugar, que Llamazares ha tenido, o bien trato con algunos individuos pertenecientes las especies de los moluscos bivalvos, o bien unos altos conocimientos en etología, aunque su afirmación no aclara el grado de sensibilidad de las almejas con las que se relaciona.

En segundo lugar, aunque no por orden de importancia, deja fuera de IU a los comunistas, en general, y a los marxistas en particular; vaciando la organización, que tan acertadamente dirige, de perniciosos elementos. Si siguen echando gente al final no van a poder ni jugar al mus.

Es francamente extraño el comportamiento de la dirección política de IU. A mayor acercamiento al PSOE, mayor pérdida de votos, como lo demuestra históricamente sus resultados electorales. Lógico, entre el original y la fotocopia todo el mundo tiende a elegir el original. Pues nada, impasible el ademán, siguen marchando, pacíficamente eso sí, hacia la tranquilidad de la nada.

Lo mismo le ocurre al PNV, y no obstante, sin rubor alguno, intenta cambiar el plan de Ibarretxe por uno de jubilación que garantice el futuro de sus michelines al lado del PSOE.

Frente a la violencia de los comunistas y la insensibilidad de las almejas apuestan por la tranquilidad de los socialdemócratas y la apacibilidad de las babosas, moluscos también aunque dejen un rastro de baba, al grito de ¡limacos del mundo entero, uníos!

Dice el portavoz socialista de Arrasate que los ediles de EB tienen miedo y no quieren dejar de txikitear con los de ANV.

Decir a los íntegros de EB que unos txakolís y una ración de almejas corren de mi cuenta.