«Por encima de todo está el derecho a la salud de los consumidores», manifestó ayer la presidenta del Consejo General de Consumidores del Estado español, Francisca Sauquillo, quien defendió la retirada del mercado de todo el aceite de girasol.

Sauquillo, quien recordó que un tercio de la población del Estado utiliza este producto, se reunió con el presidente de la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), Félix Lobo, encuentro al que también asistieron diversas asociaciones de consumidores.

La presidenta de este consejo, que agrupa a una decena de organizaciones, calificó de «muy importante» y «positiva» la retirada del aceite de girasol, una medida acordada entre productores, distribuidores y establecimientos tras tener conocimiento Sanidad de que una «pequeña partida» de este producto procedente de Ucrania está contaminada con hidrocarburos.

La compañía francesa Saipol, que importó una partida de 2.600 toneladas de aceite de girasol contaminado procedente de Ucrania, informó ayer de que 125 toneladas fueron enviadas al Estado español. Esas 2.600 toneladas yan han sido bloqueadas, y en Holanda han sido retenidas otras 5.700 toneladas.

«No existe riesgo para la salud»

Respecto a la posición de ciertas marcas de mantener este aceite a la venta por ser de fabricación propia, Sauquillo reiteró que «ante todo» está la preocupación de que no llegue nada a los consumidores que pueda tener una cierta toxicidad. No obstante, subrayó que no existe riesgo para la salud y lanzó un mensaje de tranquilidad a las personas que hayan utilizado aceite de girasol, ya que «para que exista toxicidad tiene que haber un consumo reiterativo y acumulativo».

«En cualquier caso, tampoco sería grave su utilización», dijo la responsable del Consejo General de Consumidores, quien informó de que «todo está siendo controlado» con la asociación AFOEX para saber dónde se ha distribuido el producto.

También comentó que las empresas son «las primeras interesadas» en aclarar si han vendido este producto tóxico, por lo que se espera que en poco tiempo se conozca quiénes lo comercializaron. De hecho, dijo que algunas compañías aceiteras y centros comerciales ya están dando cuenta de su situación con respecto a sus importaciones.