La Policía ceilandesa arrestó ayer a nueve personas presuntamente relacionados con el atentado atribuido a los rebeldes tamiles que se cobró las vidas de 26 de los pasajeros de un autobús en Colombo y provocó heridas a otros 60. «El atentado ha sido el último de una serie de ataques indiscrimados de los Tigres de Liberación Tamil Eelam (LTTE) contra los civiles», declaró el presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksee, que añadió que los rebeldes «habían sufrido numerosos contratiempos con las fuerzas armadas ceilandesas».