El grupo Vocento ha puesto en venta los centros de impresión -las rotativas- y la distribución con el fin de hacer caja ante la desaceleración económica que está repercutiendo de manera importante en el grupo de comunicación, propietario de «El Correo» y «El diario vasco», entre otros. A finales de 2006, ya anunció que iniciaba un proceso de segregación de los centros de impresión de «algunos de los periódicos regionales», aunque en la actualidad se ha acelerado ese proceso de desgajamiento.

La caída en las ventas de publicidad, entre un 15% y un 20% en este primer trimestre según fuentes consultadas por este periódico, la pérdida que está registrando en la bolsa española, en torno a un 22% en lo que llevamos de año y que no es ya del agrado de los analistas financieros, y la operación de compra del gratuito «Qué!» son, entre otros, elementos que lastran la actividad del grupo, aunque lo más importante es la guerra abierta entre los grupos de poder que confluyen en Vocento.

Todas estas situaciones son el preludio de la Junta General Ordinaria que celebrará en Madrid el grupo Vocento y a la que el ex responsable de la compañía Recoletos Jaime Castellanos acudirá con el ánimo de hacerse con el control del grupo, intento que lleva adelante desde setiembre. La cita será en primera convocatoria el próximo lunes y el 29 de abril, en segunda convocatoria.

Esta junta de accionistas, la primera tras la salida a bolsa, ha reabierto la guerra por el control de este grupo de comunicación, uno de los más importantes del Estado español.

Vocento cerró 2007 con un beneficio neto de 82,2 millones, un 5,9% más, aunque el resultado operativo del grupo no tuvo un resultado tan positivo. Sin embargo, el plan de negocio de la compañía no está respondiendo a las previsiones iniciales para 2008. La operación de compra de «Qué!» se cerró, según indica el informe de la auditoría, en agosto de 2007 con la compra de la cabecera a la sociedad Factoría de Información SA por un importe de 132 millones de euros.

El coste total de producción de esa cabecera, según precisa ``El Confidencial Digital'', asciende a un millón de euros al mes, pero se ha visto incrementado por dos hechos. El primero es que el diario gratuito se imprime en Recoprint, propiedad de Unión Editorial (Unedisa), que edita ``El Mundo'', ``Expansión'' y ``Marca'', y ha encarecido, debido a la competencia existente entre ambos, el precio a Vocento, por lo que se han disparado los gastos del periódico. También ha ocurrido que al separar «Qué!» de ``Expansión'' se le han diluido las sinergias que tenía antes para captar la publicidad.

Esta guerra por el control de Vocento también ha afectado a la compañía a nivel interno, puesto que el último consejero delegado, Belarmino García, apenas estuvo siete meses en ese alto cargo antes de ser sustituido por José Manuel Vargas. La marcha de Belarmino, como indica la información de Vocento para la Junta de Accionistas de 2008, ha supuesto un importante desembolso económico. Contaba con un contrato por diez años, en el que figuraba una retribución fija de 680.004 euros y una retribución variable de 320.000 euros. Además, el contrato fijaba un premio si alcanzaba unos objetivos a partir del tercer año. En caso de extinción, se fijaba una indemnización millonaria. De hecho, algunas fuentes señalan que ha percibido entre 4,5 millones y 6 millones por los siete meses que ha estado al frente del grupo antes de ser despedido en enero de este año. Junto a él, José María Bergareche y Santiago de Ybarra recibieron 6,1 millones, cifras que corresponden a la indemnización prevista en los blindajes del contrato de alta dirección que firmó García con el grupo editor, según PR Noticias. Otros señalan que el coste total para Vocento de esos despidos ha alcanzado la cifra de 20 millones de euros.

Reprobar al equipo actual

En medio de esta crisis interna, el ex presidente de Recoletos Jaime Castellanos está reuniendo apoyos para «reprobar» la actividad del actual equipo y, por lo tanto, controlar al grupo. Sin embargo, el núcleo duro de Vocento ha logrado, según indican fuentes del mismo, un «blindaje» al obtener el apoyo de las familias propietarias de «El Heraldo de Aragón» y de «Diario Navarra», que han adquirido el 2% y el 1%, respectivamente.

De esta manera, el capital de Vocento se agrupa en torno a las familias Ybarra (26%) y Luca de Tena (12%) y Víctor Urrutia (10%), que es vicepresidente de Iberdrola, y con el apoyo del 3%, podría ser suficiente para evitar la operación de Castellanos, aunque eso se conocerá en la Junta General Ordinaria.