Liga ACB
El Cajasol se viste de CSKA y le saca los colores al Tau
El mal inicio fue clave en otra derrota en Zurbano, lo que supone ir a la Final Four con malas sensaciones
TAU BASKONIA 77
CAJASOL 85
Arnaitz GORRITI
Pues no. Los de rojo no eran los jugadores del CSKA de Moscú, sino el Cajasol de Sevilla y el técnico, ese que parece que sobreactúa de lo gesticulante que es, no era Ettore Messina, sino Manel Comas. ¿Y qué? El conjunto hispalense aseguró de una vez por todas su permanencia en la Liga ACB a costa de un Tau al que le sacaron los colores, y que, por ende, mira hacia la Final Four de Madrid con pésimas sensaciones. Una vez más, la mentalidad baskonista fue más que errónea. En realidad, fue horrible.
Porque los de Neven Spahija no parecieron los mismos que derrotaron por paliza al Grupo Capitol Valladolid o al Pamesa Valencia, y se vio superado de cabo a rabo por un Cajasol que vio que podía hincarle el diente a la escuadra gasteiztarra y que no desaprovechó la coyuntura.
Ni el propio técnico se explicaba el porqué de tan vergonzosa derrota. Sólo en el primer cuarto Tau Baskonia se hizo encestar 30 puntos; no se puede achacar la derrota a un jugador, ni mucho menos, pero los de Comas supieron sacar partido a las carencias defensivas de Rakocevic, ya que tanto Ellis como Bennett martillearon una y otra vez al serbio. Así las cosas, pese a que el cuadro baskonista pudo paliar la sangría anotadora del Cajasol, de la mano de unos Prigioni y Vidal mucho más acertados que un Rakocevic castigado y un Planinic calamitoso, llegaron siete puntos por debajo al descanso: 45-52.
Reacción sincopada
Después de hacer gala de una defensa horripilante en los dos primeros cuartos, el conjunto baskonista apretó, por fin, después del descanso. Ciertamente, a partir de ahí la ventaja sevillana comenzó a menguar y el marcador tendía a la igualdad.
Sin embargo, la verdadera diferencia en la jornada de ayer entre Tau Baskonia y Cajasol fue que la escuadra hispalense mantuvo su regularidad, con las virtudes de un Bennett grandioso y de unos compañeros de equipo que, de su mano, supieron sumar en todo momento.
Y es que los sevillanos lograron reaccionar en los peores momentos. Teletovic puso a Tau Baskonia por delante 61-60 en el tercer cuarto y Prigioni 77-76 en el último. Fue entonces cuando Kakiouzis ejerció su papel «asesino silencioso» y, sin hacer ruido, lideró un parcial final de 0-9, todo un barreño de agua helada sobre el Araba Arena, con el que el cuadro baskonista se vio derrotado por 77-85, y con todo merecimiento.