SOS Arrazakeria Nafarroa presentó ayer el informe anual sobre racismo en el herrialde, que reúne todas las denuncias por actitudes o comportamientos racistas que han podido recopilar desde el colectivo.

De ese modo, los portavoces de esta asociación que trabaja en favor de los derechos de las minorías étnicas, Ion Kepa Soltxaga y Leire Olza, comparecieron ayer en rueda de prensa e informaron de que a lo largo del pasado año les notificaron 59 denuncias por actos racistas o xenófobos.

En todos ellos se vieron perjudicados en total «65 personas inmigrantes y gitanas». Soltxaga recalcó que únicamente el 14% de los denunciantes tenían sus permisos de residencia en regla, algo que según su opinión sucede porque «por su situación, les resulta muy complicado hacer públicos los hechos, entre otras cosas por el miedo a ser expulsados».

Así, entre otras muchas quejas, Leire Olza dio especial importancia por su gravedad al fallecimiento de la mujer de etnia gitana Antonia Amador después de ser supuestamente golpeada por agentes de la Policía Municipal en el barrio Errotxapea de Iruñea, un hecho que tuvo mucho eco en los medios.