El fiscal superior de La Rioja pide que se reabra el caso por la muerte de Enaitz Iriondo
Nuevos datos relativos a las circunstancias del atropello han impulsado la decisión de la Fiscalía. Los padres de la víctima valoran la decisión como «una victoria» y esperan que la jueza atienda esta petición.
GARA |
El fiscal superior de La Rioja, Juan Calparsoro, envió ayer un escrito al Juzgado de Instrucción número 1 de Haro en el que solicita la reapertura de las diligencias previas derivadas del atropello mortal al joven Enaitz Iriondo, ocurrido el 26 de agosto de 2004.
Calparsoro ha pedido en ese escrito que se tome declaración como imputado a Tomás Delgado Bartolomé, causante de la muerte del joven de Durango. También ha solicitado que sean citados los padres del joven, y que se tenga en cuenta el nuevo informe de la Unidad Central de Reconstrucción de Accidentes de la Guardia Civil de Tráfico. Además el fiscal considera que será necesario tomar declaración a los agentes de la Guardia Civil que instruyeron el atestado inicial, a los testigos presenciales y a los peritos que hicieron el informe para los padres.
Enaitz Iriondo, de 17 años, falleció la noche del 26 de agosto de 2004, cuando regresaba en bicicleta al cámping de Castañares de Rioja, donde se encontraba de vacaciones con sus padres. Un mes después, el Juzgado número 1 de Haro archivó las diligencias, porque consideró que el hecho no constituía una infracción penal.
Sin embargo, en marzo de 2006, el conductor, Tomás Delgado, reclamó a los padres de Enaitz 20.000 euros en concepto de los daños ocasionados por el accidente en su coche, así como los gastos de alquiler de otro vehículo.
«Revuelo social»
Ante el clamor social y mediático desatado por la revelación pública de esta iniciativa, el pasado 31 de enero Delgado retiró la demanda y fue condenado a abonar las costas del juicio.
El fiscal superior insistió ayer en que la razón fundamental para pedir la reapertura de las diligencias previas ha sido el informe elaborado por la Unidad Central de Reconstrucción de Accidentes de la Guardia Civil de Tráfico. De acuerdo con este atestado, el vehículo circulaba a entre 140 y 160 kilómetros por hora, cuando la carretera en la que ocurrió el accidente tiene un límite de 90 kilómetros. «En el informe también hay datos importantes relativos al lugar de la colisión, que habría que determinar con más exactitud, a la posición de la bicicleta en el momento del golpe mortal y a la influencia alcohólica, aunque quizás este último dato es más discutible», afirmó.
Calparsoro insistió en las dificultades que existen para reabrir el caso al tratarse de «una posible cosa juzgada», aunque entiende que esta cuestión puede ser «soslayada», por cuanto que hubo una serie de circunstancias que no se tuvieron en cuenta cuando el asunto fue archivado.
Rosa María Trinidad, madre de Enaitz Iriondo, consideró una «victoria» esta decisión. «Para nosotros es muy satisfactoria esta decisión del fiscal. Pretendemos desde hace tiempo reabrir la causa y poco a poco conseguimos avances. Es una victoria y estamos muy satisfechos», declaró. Trinidad agregó que «esperamos que la jueza decida reabrir el caso, lo mismo que el fiscal, y queremos que este caso se juzgue porque nunca se juzgó».