El proceso contra Tareq Aziz, que fue durante 20 años el portavoz de Saddam Hussein en el exterior, ha sido retrasado al 20 de mayo tras una breve sesión de apertura.

El juez kurdo Rauf Rachid Abdel Rahman, que preside el Alto Tribunal Penal iraquí, anunció ayer que aceptaba la demanda de los abogados defensores de retrasar la vista hasta el 20 de mayo.

Al comienzo de la sesión, tareq Aziz pidió al presidente del tribunal que le autorizase a designar a un nuevo abogado. Explicó que su defensor, Badie Aref, que reside en Amman, no podía asistir al proceso en Bagdad por «razones de seguridad».

El ex ministro de Asuntos Exteriores compareció junto a otros seis altos dirigentes del Gobierno de Saddam Hussein.

Por «razones de salud», el octavo procesado, Alí Hassan al-Majid, más conocido como «Alí el Químico», no fue conducido ante el tribunal.

A todos ellos se les imputa la ejecución en 1992 de 42 comerciantes que fueron acusados de especular con el precio de los alimentos mientras Irak estaba siendo sometido a sanciones internacionales drásticas tras la invasión de Kuwait en agosto de 1990.

Según la acusación, estos comerciantes fueron detenidos en los mercados mayoristas de Bagdad y ejecutados tras un juicio sumarísimo y la incautación de sus bienes.

Aziz niega cualquier relación con estas muertes, según destacó su hijo. «Mi padre me ha dicho personalmente que no tiene nada que ver con este asunto y que tuvo conocimiento de estos hechos, como el resto de los iraquíes, por los medios de comunicación», explicó a France Presse Ziad Aziz.

«Mi padre se encontraba fuera de Irak en esos momentos. Era viceprimer ministro y estaba encargado del caso de los inspectores [de la ONU, que buscaban «armas de destrucción masiva» en Irak] cuando se produjeron estos hechos», añadió.

Ziad Aziz subrayó que ninguno de los familiares de los mercaderes ajusticiados ha denunciado a su padre, por lo calificó de «débiles» las acusaciones contra Tareq Aziz en este caso, «que buscan que no pueda beneficiarse de la ley de Amnistía que adoptó el actual Gobierno iraquí».

Único cristiano entre los dirigentes cercanos a Saddam Hussein, Tareq Aziz fue durante veinte años el portavoz en el exterior de un Irak que inicialmente contó con el apoyo de Occidente para perderlo posteriormente.

Compañero de primera hora de Saddam Hussein, fue ministro de Información, después viceprimer ministro de 1979 a 2003, al tiempo que cumplió también la función suplementaria de ministro de Exteriores de 1983 a 1991.

Se rindió a las tropas de EEUU a finales de abril de 2003 y ha permanecido en una prisión bajo control estadounidense cerca de Bagdad durante cinco años, pese a que su familia ha solicitado su excarcelación argumentando razones médicas.