China hizo públicas ayer las primeras condenas, que llegan hasta la cadena perpetua, contra 17 personas implicadas en marzo en los disturbios mortales de Lhasa, la capital de Tíbet.

Mientras Pekín organizará hoy actos festivos a cien días del inicio de los Juegos Olímpicos de agosto, China hizo un llamamiento al Dalai Lama, líder espiritual del budismo tibetano, a aprovechar la oportunidad del diálogo que ha ofrecido y a que tome medidas para «acabar con la violencia» antes de los Juegos.

«Esperemos que el Dalai Lama sepa aprovechar esta ocasión, reconozca los hechos y cambia su posición tomando medidas concretas para acabar con los actos de violencia e intentos de sabotear los Juegos Olímpicos», destacó el Gobierno chino.