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Pasaban suma su décimo ochomil con el Dhaulagiri

GARA | DONOSTIA

Edurne Pasaban alcanzó ayer la cima del Dhaulagiri, de 8.167 metros situado en el Himalaya nepalí, y se ha convertido en la tercera mujer en coronar diez montañas con más de ocho mil metros de altura. La alpinista tolosarra logró su objetivo de alcanzar el Dhaulagiri en el tercer intento, después de haber fracasado en los dos anteriores -1998 y 2001-.

El Everest (8.848 metros) en 2001; Makalu (8.035m.) y Cho Oyu (8.201m.), en 2002, Lhotse (8.516m.) y Gasherbrum I (8.163m.) y II (8.035m.), en 2003; K-2 (8.611m.) en 2004; Nanga Parbat (8.125 m.) en 2005 y Broad Peak (8.047 m.) en 2007 han sido las cimas que la montañera guipuzcoana ya ha conseguido.

Le restan cuatro colosos para cumplir su sueño de coronar los 14 ochomiles: Shisha Pangma (8.046 m.), Annapurna (8.091 m.), Manaslu (8.163 m.) y Kangchejunga (8.586 m). Hasta ayer, sólo dos mujeres: la austríaca Gerlinde Kaltenbrunner y la italiana Nives Meroi habían coronado diez «ochomiles».

La expedición de "Al filo de lo imposible", que emprendió esta aventura hace un mes, está integrada además por los también montañeros vascos Asier Izagirre, Alex Chinchón, el catalán Ferrán Latorre y el ecuatoriano Iván Vallejo. Vallejo, de 47 años, ya forma parte del selecto grupo de ocho montañeros que ha escalado las catorce cimas más altas del mundo sin oxígeno artificial.

La propia Edurne relató por teléfono la ascensión de ayer: «Nos hemos puesto en marcha sobre las 3 de la mañana, con bastante viento y frío, y unas dos horas después de comenzar la escalada hemos llegado a la travesía, que hay que realizar para acceder al corredor, que sube directo a la cumbre. Hemos equipado la travesía con una cuerda ligerísima de kevlar, para asegurar sobre todo el camino de regreso».

Mezcla de emociones

«El primer grupo ha hecho cima a las 11.45: Ferrán, Fernando, Nacho e Iván. Una hora más tarde, mas o menos, 10 horas después de salir, Asier, Alex, Muktu y yo podíamos pisar, enormemente emocionados, el punto culminante de la montaña».

«Es difícil poder explicar lo que siento en estos momentos, cansancio, sed, recuerdos y emociones se mezclan entre sí, produciendo una sensación de satisfacción única. Lo que sí se queda grabado para siempre, son los minutos pasados en la cumbre y la sensación de haber trabajado bien para poder recoger los frutos».

«Podría ponerme a dar las gracias a mucha gente y por muchas cosas, lo acompañada que me he sentido todos estos días y sobre todo hoy, pensando en todos vosotros y con la ayuda de mi equipo. No lo olvidaré nunca», informó el equipo Movistar que añadió que Edurne y sus compañeros descansaban ayer tras el ascenso en el campamento tres, aún por encima de los 7.000 metros.

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