Segunda El medio centro y su técnico, protagonistas
Garitano y Lillo sienten cómo cambia el fútbol en dos semanas
Dos goles a balón parado y la seguridad defensiva vuelven a dar la segunda victoria consecutiva en una tarde en la que la alegría no pudo ser completa porque el Sporting, con diez, remontó al Granada 74.
REAL SOCIEDAD 2
SEVILLA ATLÉTICO 0
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
Anoeta comprobó ayer lo que cambia el fútbol en dos semanas. Tras empatar contra el Nastic muchos salieron pidiendo la cabeza de Lillo y Garitano, que recibió una gran pitada tras ser sustituido. El técnico no se dejó llevar por esa opinión y, probablemente, si el equipo blanquiazul llega a perder en La Rosaleda con el vizcaino en el puesto de pivote defensivo su cabeza habría corrido serio peligro y el Málaga jugaría hoy en Vigo tras celebrar su ascenso a Primera.
Quince días después, Garitano resultaba decisivo para lograr una segunda victoria consecutiva que se cimentó en su gol, que permitió a la Real jugar con tranquilidad apoyada en una solidez defensiva en la que tiene mucha responsabilidad el vizcaino, con tres partidos sin encajar ningún gol y sin apenas conceder ocasiones.
Y la responsabilidad de que juegue él la tiene Juanma Lillo, que ha salido reforzado con su serie de once puntos de quince en sus cinco partidos y su aportación en la estrategia. Ha entendido que la situación implica muchas dificultades para jugar con hombres de una mayor calidad técnica con el balón y que es mucho más importante apuntalar el equipo con jugadores de carácter que hacen de las jugadas de estrategia la clave en el juego ofensivo. Como en Málaga, la Real volvió a ganar en dos acciones a balón parado rematadas por jugadores discutidos que no saben donde jugarán el año próximo, pero que anteponen lo colectivo a lo individual y no buscan la cantidad de excusas que podrían esgrimir para no competir como lo hacen y como lo han hecho siempre para poder vivir del fútbol sin ser unos virtuosos a la hora de pegar patadas a un balón. Porque la clave de este juego no está en los pies sino en las cabezas.
En Málaga fueron Labaka y Gari los que marcaron a balón parado y ayer lo hicieron Garitano y Díaz de Zerio en segunda jugada tras un buen remate del central azpeitiarra a la salida de dos saques de esquina bien botados por Gerardo. Muchos hemos sido muy críticos con el riojano, sobre todo porque es duro ver en la grada a jugadores como Castillo y Carlos Martínez que deberían ocupar los laterales realistas en la próxima década, pero la forma en la que ha lanzado en los dos últimos partidos todas las jugadas de estrategia ha sido tan determinante como la manera en las que las han rematado otros criticados.
Sólo hay lugar para la felicidad
Y gracias a ello y al compromiso del equipo en tareas defensivas la Real debe estar esperanzada y feliz. Ayer mucha gente salía de Anoeta triste tras remontar el Sporting con diez al Granada 74. Pero sólo debe haber sitio para la alegría en el entorno blanquiazul por lo que hace su equipo y porque los jugadores y su entrenador han sabido corregir los errores que impidieron ganar hace dos semanas.
Porque hoy los únicos que deben estar tristes y preocupados son los aficionados del Málaga, que hace ocho días se disponían a festejar su ascenso a Primera y que hoy tendrán muchas dudas. Sería muy bueno que pierda en Balaídos y quede igualado a puntos con el Sporting y con dos puntos de ventaja y el average perdido con los realistas.
Pase lo que pase, cuando un equipo gana, su gente sólo puede tener felicidad y más cuando ha retomado el camino adecuado. Lo que suceda a 400 kilómetros o a mil no debe empañar lo único importante, lo que sucede en los partidos que juegue la Real. Si gana cinco de los seis que le quedan, seguro que subirá. Incluso puede bastar con una victoria menos, pero mejor no jugar con la calculadora.
La Real debe pensar que su margen de error es casi nulo. Así salieron los blanquiazules en Málaga y así lo hicieron ayer. En esas condiciones de presión -por si fuera poco Badiola les recordó la víspera que como no se ascienda y como él siga de presidente el futuro del club es muy negro- y con un bochorno insoportable es imposible jugar bien a fútbol. Por eso se trata de no cometer errores en defensa y aprovechar, especialmente, las opciones a balón parado. Y eso es lo que hizo ayer la Real.
El partido requería mucha paciencia y la tuvo hasta adelantarse en el marcador a falta de cinco minutos para el descanso. Como en Málaga, el gol llegó en un corner muy bien lanzado por Gerardo y rematado de manera perfecta por uno de los jugadores más discutidos cuando debería ser indiscutible por su peso en el equipo, por su trabajo defensivo y porque en Segunda muchos partidos se deciden en jugadas de estrategia, en las que Garitano es clave en defensa y en ataque. Marcó ayer su cuarto gol a balón parado de la temporada, casi nada para un medio centro, e incluso pudo hacerlo en otros tres buenos remates: Tras un rechace que despejó la defensa, en un remate a la media vuelta bombeado que obligó a Javi Varas a realizar una buena parada y en un cabezazo tras un corner en una de las pocas ocasiones del segundo tiempo.
En el primero tampoco hubo muchas. Hasta el 1-0 el partido estuvo en consonancia con una climatología más propicia para el equipo sevillano que para el blanquiazul. El calor y el escaso ritmo del partido con un Sevilla Atlético que se cerraba bien en defensa y perdía demasiado tiempo con una actitud triste para un filial provocaron que el juego resultara soporífero.
Al margen de los remates de Garitano y de uno de Aranburu antes de retirarse por lesión, la Real sólo pudo marcar en dos jugadas similares en el minuto 36, con sendos pases de Martí a Elustondo y Nacho, cuyos remates claros se encontraron con Javi Varas y con el poste.
Sin sufrir en defensa
Lo mejor, como siempre en los últimos partidos, es que la Real no sufrió en defensa. Sólo en el primer minuto Riesgo estuvo a punto de verse sorprendido con un disparo lejano que envió a un saque de esquina en el que falló en su salida. Al margen de eso, el Sevilla no inquietó.
Y lo mejor ayer también fue la buena actitud de la grada. A pesar de que la entrada fue menor que en otros partidos, el ambiente fue mejor. Resultó significativo un momento en los primeros minutos en los que Labaka cometió un fallo y en lugar de escucharse pitos se oyeron gritos de apoyo al equipo. Si los jugadores tienen la actitud y el compromiso que demuestran en los últimos partidos y su gente entiende que su equipo necesita la comprensión que tuvo en el primer tiempo el objetivo del ascenso será más sencillo.
El gol de Garitano además permitió jugar con mayor tranquilidad porque el equipo no sufrió en defensa ni con los cambios ofensivos que realizó Galeote. Así, el segundo tiempo resultó tan aburrido como el primero sin contar hasta el 2-0 más remates que el ya reseñado de Garitano y uno de Díaz de Zerio. Y es que en todo el segundo tiempo no hubo casi ninguna jugada reseñable. De lo poco que se pudo apuntar fueron los cinco corners botados por el Sevilla y los seis lanzados por la Real. En ninguno de los del filial hubo sensación de peligro y en uno blanquiazul llegó la jugada definitiva. Y con eso bastó. Y eso es muy importante.
Porque el partido de la Real no fue nada bueno, pero lo único importante es ganar y por eso ayer nadie discutía a Garitano ni a Lillo, sino que la mayor preocupación será sustituir al medio centro en Cádiz tras ver su décima tarjeta por un error de uno de esos jugadores que han venido en enero como salvadores y que son unos más dentro de un gran grupo en el que los goles y el alma lo siguen poniendo los mismos jugadores que han mantenido desde setiembre viva a la Real en unas condiciones adversas. Hombres que en la mayoría de los casos no tuvieron la posibilidad de jugar demasiado para evitar el descenso y que tienen que purgar pecados ajenos en la lucha por devolver al club a Primera.
Si tras ganar en La Rosaleda Juanma Lillo apostaba por el ascenso del Málaga ayer señaló que esta tarde «van a tener un condicionante que hasta hace días no han vivido. El pasado domingo tenían la fiesta preparada si nos dejaban a once y hoy salen con un equipo con sus puntos y otro a dos. Vamos a ver cómo digieren anímicamente eso, sobre todo si pierden. El Sporting sale reforzadísimo como nosotros. Cuando se han puesto 0-1 y me dijeron que estaban con diez no me ha gustado nada porque si le daban la vuelta podían ganar dos partidos en uno».
Se mostró satisfecho porque su equipo lleva tres partidos sin encajar gol y sin conceder ocasiones y por el provecho a las jugadas de estrategia. Cuando se le destacó el acierto de Gerardo en sus lanzamientos respondió que «estamos dedicándole tiempo, cada semana elegimos unas jugadas en función de cómo se coloca el rival. Hoy marcamos los dos goles tras saques de esquina y tuvimos más opciones y la consecuencia viene de que Gerardo saca muy bien».
Elogió a un jugador injustamente cuestionado como Garitano: «Ha estado presente en todo momento y que haya marcado no es más que la culminación de lo que este chico hace desde que estoy con él. Sabemos lo que hay. A veces no se valora lo suficiente a mucha gente».
El técnico sevillista, Fermín Galeote, señaló que «el primer gol decantó el resultado. A partir de ahí se han sentido más cómodos. Intentamos ir a por el empate, arriesgamos con los cambios con más poder ofensivo y en los últimos minutos la Real encontró un segundo gol que le permitió acabar con tranquilidad. Es un candidato claro a subir».
ITURRIA
Aranburu pidió el cambio por precaución tras sufrir una distensión en el cuádriceps derecho. No parece muy importante, pero habrá que ver su evolución en la vuelta al trabajo el martes a las cinco de la tarde en Zubieta tras descansar hoy y mañana. Entonces se comenzará a preparar la visita al Cádiz, a falta de confirmación oficial, del domingo a las seis de la tarde.