Txotxe ANDUEZA

Aramaio es un municipio de gran belleza natural, de gran riqueza paisajística. Y como un gran número de municipios vascos, sus habitantes están viendo peligrar su equilibrio y su calidad de vida por las obras para construir una infraestructura de gran importancia y mayores repercusiones, pero sobre la que se les ha negado información veraz y toda posibilidad de opinar y decidir.

Ayer, los representantes de Fomento y de ADIF (empresa de los ferrocarriles españoles) acudieron al Ayuntamiento de Aramaio después de haber intentado por todos los medios evitar ver cara a cara la oposición al TAV en esta localidad alavesa. Antes habían llegado los ertzainas; pero mucho antes, desde el lunes, habían empezado a manifestarse los contrarios a esta infraestructura. Y, por ello, para cuando la «comitiva» llegó al Ayuntamiento, media hora antes de lo previsto, una movilización había tomado pacíficamente los accesos al edificio.

Los lemas arreciaron, dentro y fuera, los ertzainas exigían desalojar a los manifestantes, el alcalde, el ekintzale Asier Agirre, pedía cordura, queriendo asumir la responsabilidad dentro del recinto consistorial... Fueron escasos minutos, tal vez ni cinco, pero intensos.

El alcalde decidió hacer caso a los requerimientos de los representantes españoles, saliendo del Ayuntamiento para evitar que la situación explotara. Los ertzainas abrieron hueco repartiendo empellones y empuñando sus porras y, en el primer lugar de apoyo que encontraron, rubricaron el documento suspendiendo las expropiaciones: sobre un puente. «El siguiente paso será citarnos a otro lugar», recuerda Agirre; «se han retrasado las expropiaciones», se felicita AHT Gelditu! Elkarlana.

Por si se les ocurría volver, los concentrados caminaron tras los representantes españoles hasta la salida del pueblo. Y en la plaza empezaron los preparativos del próximo asalto para parar el TAV.