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Ezker Abertzalea será acusación particular en el «caso Guggenheim»

La «falta de transparencia» en el modelo de gestión y el hecho de que se trate de dinero público son las principales razones que han llevado a Ezker Abertzalea a presentarse como acusación particular en el procedimiento por el desfalco de casi medio millón de euros en las cuentas del Museo Guggenheim. Por su parte, el director de la pinacoteca bilbaina, Juan Ignacio Vidarte, culpó ayer a la BBK de haber facilitado a Roberto Cearsolo el acceso a las cuentas.

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Marta MORALES | BILBO

El grupo parlamentario Ezker Abertzalea ha decidido personarse como acusación particular en el «caso Guggenheim» y, de hecho, ya se ha presentado en el juzgado la información necesaria para ello. La parlamentaria abertzale Nekane Erauskin explicó ayer a GARA que toman esta decisión porque el desfalco de 487.000 euros de los fondos de la pinacoteca bilbaina denota, por un lado, «falta de trasparencia en el modelo de gestión» y, por otro, porque se trata de dinero público. «Que una persona robe todo ese dinero cuando es dinero público puesto del bolsillo de todos los ciudadanos nos parece muy grave», subrayó.

Erauskin recordó que ésta no es la primera vez que ocurre algo parecido, en referencia al «caso Balenciaga» y a lo sucedido en la Hacienda de Irun, y, a falta de que el juez instructor confirme la admisión de Ezker Abertzalea como acusación particular, la parlamentaria adelantó que la evolución del procedimiento será la que determine las responsabilidades tanto penales como políticas del caso.

Precisamente, el director del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, compareció ayer en el Parlamento de Gasteiz junto a la consejera de Cultura, Miren Azkarate, para informar sobre la situación del Museo Guggenheim después de que el ex director de Administración y Finanzas de la pinacoteca bilbaina, Roberto Cearsolo, se apropiara de casi medio millón de euros desde 1998.

Un «error» de la BBK

En concreto, Vidarte aprovechó la ocasión para achacar a un «error» de la BBK el hecho de que Cearsolo, autor confeso del desfalco, dispusiera de una clave a través de la que acceder a las cuentas de esta entidad. «Carecía de una clave propia para poder disponer de los fondos del museo pero, en marzo de 2004, pidió una clave de firma y la BBK se la dio sin tener autorización y no nos lo comunicó. Es un error, evidentemente; un error no nuestro, entiendo, pero lo es», afirmó.

La consejera de Cultura, por su parte, insistió en defender la gestión del museo pese a lo sucedido. «Existen más luces que oscuros», manifestó, aunque reconoció la existencia de «sombras» en dicha gestión. Azkarate explicó que el valor de la colección del museo «se ha duplicado y estaría cerca de triplicarse si el cálculo se hiciera en dólares».

Asimismo, indicó que el valor de la colección propia de la pinacoteca bilbaina se ha elevado desde los 96 millones de euros hasta más de 263 millones de dólares, unos 180 millones de euros al cambio. «Estos son los resultados de la inversión en compra de obra de arte», indicó. Destacó, además, la existencia de algunos incrementos «espectaculares» en el valor de determinadas obras.

Hoy, en el Juzgado

El ex responsable financiero del Museo Guggenheim, Roberto Cearsolo, y el director general de la pinacoteca, Juan Ignacio Vidarte, declararán hoy ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Bilbo, en calidad de imputado y de testigo, respectivamente.

Esta será la primera comparecencia ante la autoridad judicial del único imputado por el desfalco cometido en las cuentas de las sociedades Tenedora e Inmobiliaria, propietarias de la colección de arte y del edificio del Guggenheim, respectivamente.

Las diligencias fueron abiertas después de que Vidarte presentara una denuncia en los tribunales contra Cearsolo, al día siguiente de haberle despedido por las irregularidades financieras y contables. El propio Cearsolo se autoinculpó entonces, a través de una carta que su abogado entregó en el Guggenheim el 11 de abril, y a la que adjunto un cheque de 251.900 euros y otro por valor de 36.000 euros.

En un informe interno posterior realizado por la pinacoteca bilbaina se apunta que el ex director financiero alteró los libros de cuentas, falseó la contabilidad y destruyó las pruebas para ocultar el desfalco. El fraude salió a la luz tras recibir el museo, el pasado 3 de abril, una comunicación del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas solicitando información de operaciones efectuadas por la Sociedad Tenedora.

Con el fin de determinar el alcance real de lo sucedido, el Guggenheim ha encargado a una auditoría externa la realización de un informe especial de investigación.

ACCESO AL DINERO

Vidarte explicó ayer que Roberto Cearsolo carecía de clave de acceso a las cuentas que el museo posee en la BBK y aseguró que fue el propio banco el que, en marzo de 2004, se la facilitó «sin tener autorización para ello».

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