Se empobrece el balance «ético» de PNV y PSOE
Prosigue la dinámica de mociones contra las alcaldías de ANV. Y resulta destacable el empecinamiento de sus promotores dado el resultado obtenido en los plenos. Ayer en Antzuola se llevó a cabo otro intento de arrebatar a los ciudadanos su decisión. No fue, sin embargo, el primer fracaso de ese asalto a la composición de los ayuntamientos según la voluntad de aquellos al servicio de quien los partidos políticos dicen estar. Un asalto recientemente respaldado por el Parlamento vasco con el argumento, propuesto por el PP, de «rescatar» los ayuntamientos gobernados por ANV «para la democracia». A costa de pisotearla, deberían añadir. Para ello cuentan, además con la ayuda de la siempre vigilante Audiencia Nacional española, hasta el punto de encarcelar a una alcaldesa a la que los ciudadanos de su localidad han mostrado una adhesión inquebrantable.
Pobre balance, en cualquier caso, el de esta iniciativa de PNV y PSOE, que no ha impedido que sigan empeñados en dar una lamentable imagen, mostrando qué es lo contrario a hacer política. Penosa iniciativa que no persigue normalización alguna, sino satisfacer intereses partidistas recurriendo a viejas fórmulas que ya anteriormente habían fracasado y permitiéndose decir a los ciudadanos qué opciones políticas deben rechazar en nombre de la «ética».