San Gil, mayoritariamente apoyada por los suyos, ejerce de «referente moral» y pone en aprietos a Mariano Rajoy
GARA |
Se fue Eduardo Zaplana y nadie movió un dedo por evitarlo. Se fue Angel Acebes y tampoco nadie hizo nada. Pero María San Gil ha decidido simplemente no firmar el proyecto de ponencia política, y todas las agendas de la Calle Génova han saltado por los aires. Porque María San Gil es «una referencia moral» para un PP que durante años ha hecho de «la lucha antiterrorista» y «las víctimas» una de sus principales armas electorales.
En estas semanas muchas personas en el PP han mirado hacia su presidente de honor, José María Aznar, que ha permanecido silente. Tampoco su esposa, Ana Botella, concejal en Madrid, se había prodigado en declaraciones al respecto. Pero ayer rompió su mutismo para decir que «la dirección del partido tiene que reflexionar porque María San Gil es un referente moral, político y afectivo del PP (...) y estoy segura de que si María San Gil ha abandonado la ponencia política quiere decir que no se estarán garantizando los principios del partido. En términos similares se expresó Esperanza Aguirre.
De hecho, la mayoría de los cargos del PP que ayer salieron para defender a María San Gil evidenciaron que no conocían los contenidos de la ponencia política que estaba elaborando, pero todos repitieron que si la presidenta del PP de la CAV no había querido suscribir la ponencia, sus razones tendrá.
Sólo el secretario general del PP de Araba, Iñaki Oyarzabal, discrepó públicamente de la decisión de su presidenta, que calificó de «exclusivamente personal», además de «unilateral» y «equivocada, en la actual situación», y que «no está discutida ni respaldada por el PP vasco».
No tardó en comparecer el secretario general del PP en la CAV, Carmelo Barrio, para afirmar que «es avalada mayoritariamente en el PP vasco». Además, en referencia a las críticas de Iñaki Oyarzabal, manifestó que «si alguien a título personal quiere discrepar, está perfectamente en su derecho».
También el presidente del PP vizcaino, José Antonio Basagoiti, respaldó a María San Gil y pidió a los dirigentes estatales del partido que en temas referidos a «España y las libertades» hagan más caso al PP de la CAV «que a otros de otros sitios».
Jaime Mayor Oreja, padrino político de San Gil, explicó que lo ocurrido es lo que ya habían anunciado algunos como él: que hay un debate político de fondo sobre el momento de España. En este sentido, expresó su confianza en que la posición de San Gil, que es «difícil y desagradable», sirva para reconducir el debate.