El ganador de la segunda etapa en Agrigento acabó ayer en el hospital para realizar unas pruebas y parece que sufre una luxación y no una fractura del dedo índice de su mano izquierda. Tras llegar a meta señalaba que «no me gusta el victimismo, pero este año creía haber pagado ya mi cuota de mala suerte. Esperamos que se trate del último castigo del destino de aquí hasta Milán y, sobre todo, que el daño en la mano no comprometa mi Giro. En este caso, no se puede hablar sólo de casualidad. Hemos corrido sobre un asfalto irregular lleno de alcantarillas, baches y rotondas. Y cuando el trazado está hecho así, las caídas no deben sorprender lo más mínimo». En su entrevista anterior a GARA, Ricco se mostraba ambicioso.

¿Cómo afronta el Giro?

Mi objetivo ha sido llegar a tope al Giro con el objetivo de mejorar lo realizado en la pasada edición, en la que logré el sexto puesto de la general final. No me conformo con el podio. Yo parto con la idea de ganar el Giro. Luego hay muchos ciclistas muy fuertes que saldrán con el mismo objetivo, sobre todo Di Luca, el hombre a batir, pero espero intentar superar a todos.

Tras su sexto puesto en el debut en el Giro, ¿piensa que puede ser un corredor de grandes vueltas?

Yo creo que soy un corredor que puede aspirar a todo en el Giro, pero también puedo hacerlo bien en las carreras de un día, como en las clásicas de Flecha Valona y Lieja-Bastogne-Lieja.

En el pasado Giro demostró algo que no es fácil para un joven con 23 años, ser tan regular y aguantar bien las tres semanas...

Para un joven eso es lo más difícil, alcanzar esa regularidad. El año pasado estuve muy bien y este año espero mejorar. Lo normal es que cuantos más años tenga gane en regularidad y en resistencia para las grandes.

¿Se ve incluso en condiciones de disputar la general de un Tour?

Me gusta más el Giro que el Tour. Seguro que en alguna ocasión iré a correrlo, pero prefiero centrarme más en el Giro y por eso creo que será la carrera que me plantearé siempre como objetivo. Para los italianos es nuestra carrera y es difícil hacer bien Giro y Tour, no sólo por el aspecto físico, también por el mental.

¿El que haya tres cronos individuales le perjudica?

No me beneficia que haya tantos kilómetros contrarreloj, pero en el invierno me he entrenando mucho y bien con la bici de crono y he mejorado. Además una es una cronoescalada, la otra es dura, y espero hacerlo bien.

¿Cómo le han afectado las caídas en la Tirreno y en País Vasco en su preparación?

Poco a poco he ido cogiendo el ritmo, pero he tenido que modificar mi calendario. Tras las dos caídas de la Tirreno tuve que parar y después de País Vasco, además, cogí una gripe que me ha impedido disputar las tres clásicas de la manera que pretendía. He llegado por ello más fresco al Giro, pero eso también me ha impedido estar al 100%, pero espero alcanzar ese nivel cuando llegue a la alta montaña. Será allí cuando se decida la victoria. Con un triunfo de etapa tendré, además, menos presión y me permitirá correr más tranquilo y los veinte segundos de la bonificación son importantes sobre todo para la moral.