Los conductores que cada día transitan por la A-8 en sentido Bilbo se tuvieron que armar de paciencia ayer nuevamente. Un desprendimiento a la altura de Zumaia, en el tramo comprendido entre San Lorente y Ibañarrieta, que provocó largas retenciones, se sumó a la ya merma- da situación con la que se enfrentan a diario a causa de las obras de construcción del tercer carril, entre Donostia y Orio.

Según fuentes del Departamento de Interior de Lakua, el desprendimiento ocurrió hacia las 8.20, si bien la revista local «Baleike», citando fuentes de Bidegi, recogía en su página web que el suceso tuvo lugar a las cinco de la madrugada y que por la mañana, tras percatarse del peligro que representaba, procedieron a tomar medidas. Según testigos presenciales, a las 8.40 procedían al cierre de uno de los carriles, aunque el tráfico transcurría aún por la zona afectada.

El desprendimiento no afectó a la calzada, tal y como corroboraron fuentes de la Diputación Foral guipuzcoana a GARA. «El desprendimiento no ha sido copioso y ha afectado tan sólo al arcén y al cunetón». Sin embargo, «por motivos de seguridad» y ante el riesgo de que se repitieran nuevos episodios de caída de monte en la calzada, la Ertzaintza procedió al cierre de los dos carriles en sentido Bilbo, lo que provocó que muchos conductores quedasen atrapados.

La Ertzaintza aconsejó a los vehículos que se dirigían en este sentido que abandonasen la A-8 en Zarautz y se volviesen a incorporar en Zumaia. Asimismo, realizó un by-pass habilitando un carril del sentido contrario. Esta maniobra se llevó a cabo hacia las diez de la mañana, cuando las retenciones ya llegaban hasta Orio. A mediodía la situación se había normalizado, aunque el tráfico era lento en el tramo afectado.

Los conductores que transcurren por esta vía se verán afectados por algún tiempo; y es que los dos carriles en sentido Bilbo permanecerán cerrados durante el tiempo en el que se prolonguen los trabajos de limpieza y reforzamiento de la ladera, según informaron fuentes de la Diputación, que calificaron las labores de «importantes». «Todavía no se puede saber cuánto tiempo será necesario para realizar los trabajos, pero no será una labor de horas, ni siquiera de días», afirmaron desde la institución foral.

Pese a las retenciones y el enfado de los conductores, Bidegi, la empresa pública que gestiona esta vía, no abrió las barreras del peaje, por lo que los automovilistas, tras estar retenidos largo tiempo, tuvieron que abonar el importe correspondiente.

Éste no ha sido un caso aislado. Los usuarios de la A-8 aún recordarán como a finales de 2005 se produjo un desprendimiento a pocos kilómetros de distancia. En aquella ocasión la magnitud fue mayor y las obras de reparación se prolongaron durante meses.

Muerto en Atxondo

Por otro lado, tras un fin de semana negro en las carreteras, ayer perdió la vida un hombre en un siniestro en la localidad vizcaina de Atxondo. El vehículo que conducía la víctima colisionó con un camión en la carretera N-636, según informó la Ertzaintza. El hombre quedó atra- pado en el interior del vehículo, por lo que fue necesaria la presencia de dotaciones de bomberos para rescatarlo. Los servicios de emergencia nada pudieron hacer por su vida.

El domingo por la madrugada falleció un joven de 19 años, identificado como I.Z., en el Hospital de Navarra, hasta donde fue trasladado el sábado por la tarde después de sufrir un siniestro en Zuriain.