Maite SOROA
La bola de cristal de Ansón
La espantá de María San Gil podría compararse, en términos taurinos, a las ya míticas de Curro Romero en la Maestranza sevillana.
Pero algunos, como Luis María Ansón, han elegido comparaciones deportivas. Lo escribía así ayer en «El Mundo»: «La fuga de María San Gil no la mejora el Induráin de la época dorada del Tour francés (...) ha dejado por sorpresa con diez palmos de narices a Mariano Rajoy. Soraya ha tenido que quemar dosis especiales de incienso para que el líder popular no se le venga abajo en su propósito de seguir sacrificándose por la patria desde su poltrona genovita». Si Mariano monta un circo, los enanos le crecen. Seguro.
El doctor Ansón tiene, además, su propio diagnóstico: «El PP es ya un rosario que se desgrana, una caravana interminable de adioses, un episodio nacional para la pluma de Galdós redivivo. Durante todo el fin de semana y ayer, lunes, he almorzado, cenado y hasta desayunado con dirigentes del Partido Popular, alguno de ellos de especial relieve. Nadie quiere que Rajoy siga». Lo que está claro es que Ansón, desde luego, no.
Y luego nos revela las conclusiones de sus conciliábulos: «De la maraña de opiniones, comentarios, acusaciones, invectivas y dislates he sacado una conclusión: el candidato más probable a la presidencia del Gobierno por el PP es Rodrigo Rato, con una adenda, Esperanza Aguirre en la vicepresidencia». O sea que ésa es la fórmula: Obama y Hillary, de la mano.
Advierte Ansón de que «Rato no ha movido un dedo, salvo para decir que no. No lo moverá hasta que el clamor de los populares se lo pida».
Y explica el porqué de su mutismo: «Su cálculo no puede ser más diáfano. Llegarán las europeas: perderá Rajoy. Llegarán las catalanas: perderá Rajoy. Llegarán las vascas: perderá Rajoy. Llegarán, ay, las gallegas: también perderá Rajoy. Ni Soraya será capaz de convertir en gloriosas tantas derrotas. Y el partido clamará por la sustitución. Gallardón, Zaplana, Aguirre, Camps, Mayor Oreja, se barajarán para sustituir a Mariano en Génova». Pues no sé yo qué van a hacer con esa nueva alineación de dinosaurios. ¡Menuda «quinta del buitre»! En fin, allá ellos.