Al menos ochenta muertos y 150 heridos en una serie de atentados en India
GARA |
Una serie de atentados con bomba llevados a cabo ayer en varios puntos de la parte antigua de la turística ciudad de Jaipur, en el noroeste de India, se saldó con al menos 80 muertos y 150 heridos, según confirmó el primer ministro del Estado de Rajastán, Vasundhara Raje, quien proporcionó un último balance a los medios de comunicación en la capital de Rajastán. El secretario de Información de Rajastán, Rohit Singh, confirmó que el número de muertos había llegado hasta los ochenta.
Fuentes policiales informaron también del cierre de las fronteras y la declaración del estado de alerta en el desértico estado indio, fronterizo con Pakistán. La situación de alerta fue decretada también en los estados vecinos. Las mismas fuentes indicaron que se habían producido ocho explosiones consecutivas, que comenzaron a las 19.00 hora local (15.30 en Euskal Herria), y se sucedieron en un espacio de media hora en una zona poblada de la ciudad.
«Se trata de una acción terrorista», declaró el director general de la Policía, Amorjot Singh Gill.
Según fuentes del Ministerio del Interior, se cree que las bombas, que provocaron explosiones de baja intensidad, fueron accionadas desde motocicletas en la zona. Las explosiones se produjeron en el bazar Tripolia, donde un gran número de fieles se reunía en el templo Hanuman, el bazar Johari, Manas Chowk, Badi Choupal y Choti Choupal.
Artefacto desactivado
Todos estos emplazamientos están situados en un radio de dos kilómetros en el barrio viejo y amurallado de Jaipur, conocida como «la ciudad rosa», entre ellos los bazares de Johari y Tripolia y el templo Hanuman, en cuyas inmediaciones efectivos de los cuerpos de seguridad desactivaron un noveno artefacto que no llegó a estallar.
Según la agencia PTI, junto al mercado de Tripolia se congregaba un nutrido grupo de devotos que había acudido a un templo hindú de las inmediaciones. La deflagración ocasionó un amasijo de bicicletas, motocicletas y rickshaw en medio de grandes charcos de sangre.
El primer ministro indio, Manmohan Singh, condenó lo sucedido al tiempo que hizo un llamamiento a la calma.
Las fuentes del Ministerio del Interior consultadas por la agencia PTI, indicaron que se sospecha de que la organización islamista Harkut-ul-Jehadi Islami (HuJI), con base en Bangladesh, está detrás de estas explosiones ocurridas ayer en Jaipur.
Jaipur, ciudad histórica de más de dos millones de habitantes, es uno de los lugares turísticos más visitados de India y es especialmente valorada por los turistas extranjeros.
India ha sido regularmente objeto de atentados en los últimos años, aunque no Jaipur, que no había sufrido ninguno en la última década. Nueva Delhi suele responsabilizar de los mismos a los grupos extremistas islámicos con base en el extranjero y opuestos a que parte de Cachemira permanezca bajo administración india.
Este territorio himalayo se encuentra dividido entre Pakistán e India, los dos vecinos y enemigos del sur de Asia, que se lo disputan desde hace sesenta años. Grupos rebeldes musulmanes combaten la presencia militar india desde hace dos décadas.