Todas las lesiones son inoportunas, pero Gonzalez estará pensando que la suya ha llegado en el peor momento. Y es que el delantero de Azkaine ha demostrado este año que ha madurado como pelotari, algo que se pudo comprobar en el gran Parejas que completó junto a Abel Barriola y en el choque disputado el pasado sábado frente a Martínez de Irujo. Conocido por su irregularidad y por mostrar dos caras en un mismo partido, el Doctor Jekyll labortano parece haberse desembarazado del Mister Hyde que tantos disgustos le ha ocasionado. Y eso es lo que más le dolerá a Gonzalez: que la rotura fibrilar en el gemelo la padece su mejor versión y que, juegue o no en semifinales, ya no lo podrá hacer al 100% del nivel mostrado en 2008. La dolencia coincide, además, con un Manomanista en el que las sorpresas producidas seguro que le han hecho soñar.