Se agradece la decisión que han tomado las personas que harán posible que Jessie Evans y Toby Dammit estén con nosotros el próximo domingo en Arrasate (vestíbulo del Amaia Antzokia, 20.00 h.), y el lunes en Laudio (Sorgin taberna, 20.30 h.), ya que el encuentro suma originalidad, apuesta sonora y calidad. Además, en el caso de Laudio, por la tarde se le suma Mara, artista de alta sensibilidad.

La historia de Jessie Evans, quien apuesta en todos sus actos por una cuidada y original estética, se inicia en Mendocino, California, donde nació en una familia de cinco hermanos. Con cuatro años comenzó a tocar el violín. Con dieciséis viajó hasta Londres, Amsterdan y Madrid, donde tocaba el saxo en la calle. Años después, regresó a San Francisco, donde se apuntó a diferentes bandas de artpunk.

En 2000 dio vida a Subtonix , un cuarteto de chicas donde el sonido garage se mezclaba con lo gótico y el imprevisto. Dejaron un álbum y tres singles. Dos años más tarde, Jessie ya contaba con otra fórmula para expresarse. Era un trío y respondían al nombre de The Vanishing, que lideraba tocando bajo, saxo y cantando. La propuesta volvió a ser dinámica y rompedora.

En 2003, exploró con mayor profundidad los sonidos electrónicos. Creó Autonervous y prosiguió su acelerada y vertiginosa sucesión de lugares y músicos. Tras variadas experiencias, ha terminado en Berlín, desde donde se aproximará hasta Arrasate y Laudio junto al percusionista Toby Dammit, quien ha tocado/colaborado con musicazos del tono de Rufus Wainwright, Swans, Devendra Banhart, Iggy Pop y otros.

Se puede seguir la propuesta de ambos en varios llamativos clips almacenados en Youtube.