El triunfo de Hillary Clinton en las primarias de Virginia Occidental, a pesar de ser abrumador (cabe recordar que el 95% de la población es blanca), cambió poco la matemática electoral, ya que el senador por Illinois Barack Obama goza de tal ventaja en voto popular y en delegados comprometidos, que la presencia de la senadora como candidata a la Casa Blanca está casi descartada.

Así, los estrategas y asesores de Obama y McCain ya están negociando la primera fase de las elecciones generales con la propuesta del republicano para realizar una serie de foros públicos conjuntos en varios puntos del país, antes de los debates entre los candidatos de ambos partidos, que se llevarán a cabo después de su nominación oficial en las convenciones nacionales de sus respectivos partidos, a finales del verano.

Incluso aliados de alto perfil de Clinton en su propio estado, como el senador Charles Schumer y el ex alcalde de Nueva York Ed Koch, ya le están promoviendo como posible candidata a la vicepresidencia en el equipo de Obama, o sea, aceptando su derrota. De hecho, fuentes de alto nivel de la campaña de Clinton han comentado a algunos medios que se está evaluando la mejor forma de anunciar la retirada de su candidatura; uno de ellos señaló a «The New York Times» que «Obama tiene tanta ventaja que es difícil ver que cualquier cosa que podamos lograr, aun con amplios triunfos, pueda cambiar el juego».

Obama gozaba de una ventaja de casi 180 delegados, sin contar los 28 en juego en Virginia, que se repartirán según el porcentaje de votos. Hasta el 3 de junio habrá cinco primarias más, con 235 delegados en juego.