Elorrio, por una solución que pasa por autodeterminación y territorialidad
Elorrio se convirtió ayer en la décima localidad que trató la moción que PSE y PNV llevan semanas presentando en los ayuntamientos gobernados por la izquierda abertzale. Y, una vez más, no prosperó. En el pleno faltó un edil del PNV. La Ertzaintza, por su parte, se llevó detenido a un elorrioarra después de aporrearlo.
Gari MUJIKA
Las matemáticas no dejan lugar a dudas y, aunque el desempate podría venir de la mano del edil de Elorrioko Herri Aukera, la falta de un concejal del PNV al pleno municipal ya delató el resultado que obtendría la moción «ética» del PSE y del PNV.
Sin embargo, el Consistorio de Elorrio sí hizo suyo el texto que presentó el teniente de alcalde Txaber Igarza y que, entre otras medidas, aboga por resolver el conflicto político partiendo de lo que lo hace perdurar: la partición territorial y la negativa al derecho de autodeterminación.
Tenso, crispado y de acusaciones permanentes. Esa definición podría servir para describir la sesión plenaria en la que el Consistorio de Elorrio rechazó la moción de los jeltzales y del PSOE. No serviría, en cambio, para el final de la jornada; la Ertzaintza -en este caso una veintena de «beltzas»- arremetió con dureza contra los simpatizantes de la izquierda abertzale que increparon a su salida a los concejales jeltzales; éstos emplearon las palabras, pero los agentes de la Policía autonómica utilizaron las porras y culatas de los peloteros. Apaleado, se llevaron detenido a un vecino bajo la acusación de «agredir» a un policía.
A empujones para entrar
Para las 16.00, algunos vecinos ya detectaron cómo varias dotaciones policiales se encontraban en el pueblo. No a la vista de todos; hasta dos horas más tarde.
Estaba previsto que el pleno extraordinario arrancase a las 19.00, pero más de una veintena de agentes de la Ertzaintza -todos eran de la Brigada Móvil- se apostaron en todos los accesos de la plaza principal de Elorrio pasadas las 18.00. Es decir, que todos los niños que jugaban en la gran plazoleta frente al Ayuntamiento tuvieron que cambiar de lugar de divertimento; también para los que pretendían sentarse en las terrazas del bar de abajo.
Poco después comenzaron a llegar varios ediles y afiliados del PSE de pueblos de Durangaldea y de Debagoiena -algunos ya repitieron en el pleno de Eskoriatza-, cada uno de ellos con al menos dos guardaespaldas. En pocos minutos, la estampa que ofrecía el Ayuntamiento de Elorrio era de más de una veintena de ertzainas y de una cifra superior de guardaspaldas en el pórtico, junto a sus protegidos. Pero la puerta de acceso al edificio consistorial permenacía cerrada; hasta las 18.50, aunque los medios de comunicación sí pudieron acceder un poco antes.
Los vecinos de Elorrio se enfadaron, y mucho, en el mismo instante en que abrieron las puertas y tuvieron que empujarse, literalmente, con los representantes del PSE para conseguir un asiento. Pocos minutos después, el salón municipal se llenó de una sensación de tensa impaciencia.
Con foto de Ino Galparsoro
Cuatro ediles del PNV -según aseguraron los jeltzales, el quinto no pudo acudir por motivos laborales-, la concejala del PSE, el independiente de Elorrioko Herri Aukera y los seis ediles que dirigen el municipio, con el alcalde Niko Moreno al frente. Encima de la mesa se podía ver una fotografía de la alcaldesa de Arrasate, Ino Galparsoro, y un soporte con el lema del movimiento pro-amnistía «Euskal Herriak askatasuna behar du».
El abarrotado salón permaneció en silencio hasta poco después de que el alcalde Niko Moreno tomase la palabra. Pidió silencio y respeto para todas las personas que intervendrían en la sesión, cuya única finalidad era tratar la moción del PNV y del PSE; también se trataron una propuesta del edil independiente y otra presentada por el teniente alcalde, que finalmente fue la aprobada.
Según comenzó la concejala del PSE, Mari Carmen Muñoz, a leer el texto que presentaba junto al PNV, los gritos de «fascista», «ilegalizadora» o «sin-vergüenza» provenientes del público que portaba carteles con el lema «Salbuespen egoerari stop. Euskal Herriak autodeterminazioa» fueron casi una constante. Aunque el alcalde pedía una y otra vez silencio, en momentos como cuando la edil del PSE leía en su texto que se debe apostar por las vías políticas del público le recordaban que su formación es la que ilegaliza partidos en este país.
La representante del PSE, además, incluía frases de cosecha propia en la mimética propuesta que ha sido leída ya en diez ayuntamientos. «Ésta es una moción que cualquier persona de bien debería de suscribir...», señaló Muñoz, a lo que del público le espetaron que «la misma persona de bien de los GAL».
Mayores fueron todavía los gritos que desde el público se lanzaron en el turno de los jeltzales, con un tono que se elevó cuando la portavoz del PNV leyó una frase en la que aseguraba que respetaban la representatividad municipal que otorgó el pueblo de Elorrio en los comicios de mayo de 2007.
Plan ZEN, los GAL...
Después, la secretaria judicial procedió a leer la moción que presentó el concejal independiente y que, entre otros aspectos, afirmaba que la de ETA no es la única violencia que se ejerce en Euskal Herria.
Y, por último, el propio teniente de alcalde leyó el texto que presentó a título personal en la sesión plenaria; fue el que, finalmente, aprobó el Pleno de Elorrio con los seis votos de los concejales que conforman el equipo de gobierno.
Además de denunciar la senda adoptada por PNV y PSE contra la izquierda abertzale, Igarza recordó que fueron 1.600 convecinos los que los auparon a la Alcaldía de Elorrio. A su vez, la moción hacía defensa de apostar por la resolución del conflicto desde los parámetros que lo hacen perdurar y que, a su vez, a su juicio, se encuentran en el origen: partición territorial y la negativa al derecho de autodeterminación.
Tras las votaciones -PSE y PNV se alinearon en todo momento en las tres, y el edil independiente se abstuvo en todas menos en la suya-, Txaber Igarza aprovechó la ocasión para arremeter contra el PNV y recordarle, con datos recabados del archivo municipal, que en ca-sos en los que se presentaron mociones contra el Plan ZEL o los GAL los jeltzales rechazaron su tratamiento aduciendo que no eran competencia municipal, sino estatal.
Una propuesta en la mesa
Aunque de forma educada en todo momento, mucho más claro y, a la vez, tajante, habló un vecino de Elorrio al tomar la palabra tras la votación final.
El joven recordó a los representantes jeltzales que en los últimos días ha quedado patente qué es lo que desea el pueblo de Elorrio, que, a su entender, es la gestión que lleva a cabo la actual Alcaldía. Acusó a la representante del PSE de «no hacer nada por el pueblo, salvo meter cizaña», y le replicó que su formación es la responsable de la dispersión, las torturas, las ilegalizaciones... «Del estado de excepción que vivimos. Hablan gratuitamente de violencia, pero le quiero recordar que hace más de un año tuvieron una propuesta incluso de desarme» por parte de la organización armada ETA; «deberían de tener más responsabilidad», agregó, a la vez que recordó la Propuesta para un Marco Democrático de la izquierda abertzale.
Al PNV se dirigió con la misma dureza y le recriminó, entre otros muchos asuntos y casi como un premonición, que «enviáis a vuestra Policía, ésos que están ahí fuera, para que luego nos peguen». Acertó.
Cuando finalizó el pleno los simpatizantes de la izquierda abertzale, decenas, fueron los primeros en abandonar el salón. Se quedaron en el pórtico del Ayuntamiento; a escasos metros estaban los ertzainas. En el instante en que los jeltzales abandonaban el edificio consistorial, los congregados comenzaron a increparles haciéndoles casi un pasillo. El policía al mando, por detrás, tiró del pelo a una mujer y la apartó. El resto de ertzainas repartieron porrazos y culatazos por doquier. Detuvieron al elorrioarra Txema Rivas después de golpearlo en la cabeza e incluso una vez en el suelo. Al final fueron los ertzainas los que salieron de Elorrio «acordonados» por los vecinos.